El ser humano en sus primeras etapas de vida es extremadamente frágil y dependiente, a un bebé recién nacido hay que alimentarlo y dispensarle múltiples cuidados. Esto no sucede con otras especies animales, en las que los recién nacidos, por instinto, inmediatamente después de nacer, buscan por ejemplo la ubre de sus madres para alimentarse. En nuestro caso no es así, los humanos recién nacidos no tienen esa capacidad, de hecho, si a un recién nacido lo dejas en su cama boca arriba o boca abajo, así se va a quedar, y si no lo alimentamos, simplemente va a morir.
La fragilidad humana es nuestra condición, somos irremediablemente dependientes de la ayuda del otro y, no obstante, en algunos casos las personas pueden llegar a vivir muchos años, en casos particulares incluso más de cien.
De hecho, es muy probable que a lo largo de nuestras vidas hayamos estado muy cerca de la muerte sin siquiera darnos cuenta. Ejemplos abundan, como cuando la diferencia la hace el que salgas un minuto antes o un minuto después de tu casa. La vida es mucho más incierta de lo que creemos. Según estimaciones del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, México se encuentra entre los 10 primeros países en el que hay un mayor número de accidentes por año. De acuerdo a este Consejo, en México se dan alrededor de 16,000 muertes por año derivadas de accidentes de tránsito.
Pero más allá de las muertes derivadas de cuestiones provocadas por el mismo hombre, los recientes desastres naturales, huracanes o temblores representan un ejemplo evidente de lo que decimos.
Cuántas personas habrá que se ubican en una zona de riesgo por un mero accidente, ya sea porque viajaron a ese lugar por razones diversas (vacaciones, empleo, etcétera). En mi caso, es un accidente el hecho de vivir en Monterrey y no en Juchitán, donde la devastación provocada por el terremoto del 7 de septiembre de 2017 fue apabullante.
El ser humano es frágil y la vida humana lo es igual, todos conocemos historias de personas que, al resbalarse en una regadera, se golpean la cabeza y mueren. Somos frágiles, pero insisto en que no obstante ello, podemos en muchos casos, vivir por largos períodos.
Las catástrofes naturales como las que hemos estado viviendo, son un llamado a la reflexión, reitero que la vida humana desde sus inicios y a lo largo de su desarrollo está, en muchos sentidos, más cerca de la muerte que de la vida misma. Esto debería obligarnos a replantear nuestras prioridades, debería obligarnos a cuestionarnos qué es lo verdaderamente importante en nuestras vidas.
Vivimos enfrascados en una lucha diaria, derivada de los valores culturales imperantes, vivimos en una sociedad competitiva al máximo, en la que “el éxito” (lo que quiera que ello signifique) parece la prioridad. Al final del día, todos de frente a la muerte cercana o inminente, terminamos revalorando las cosas y redefiniendo nuestras prioridades, el problema es que, en muchas ocasiones, para cuando llegamos a esta reflexión ya es muy tarde.
De frente a acontecimientos como los que hoy le toca vivir a México, valores como solidaridad, compasión o hermandad, deben ser fomentados, no podemos ser indiferentes ante la tragedia humana. Hoy el mundo se encuentra atribulado por muchos aspectos, desde los desastres naturales, hasta las absurdas decisiones que pueden ser tomadas ya sea por el presidente de Estados Unidos o el de Corea del Norte.
Y aun con todo lo dicho, al ser humano en general y al mexicano en particular, no le gusta pensar en la muerte. La muerte, sigue siendo un tema tabú, un tema del que sólo hablamos de manera tangencial.
Monica says
No creo que la muerte sea un tema tabú en México, inclusive la celebramos cada 1o y 2do de noviembre. Creo que el problema radica en que la mayoría de la gente tiene como meta sobrevivir a vivir. Cuando alguien se encuentra en una posicion de ventaja es más fácil cuestionarse la felicidad y por ende la razón del porque vivo como vivo, mientras que existen otras personas que no tienen siquiera tiempo para cuestionarse sobre la fragilidad de su vida y existencia porque estan muy apurados por simplemente sobrevivir.
Saludos