¿Uso o abuso de las biotecnologías reproductivas?

Desde 1974 nuestra Constitución Política en su artículo cuarto establece que: “Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos”, así, los tres elementos básicos de esta disposición son la libertad, la responsabilidad y la información.

No obstante lo anterior, hace apenas algunas generaciones, era común encontrar familias numerosas, parejas o mujeres solas, que en ejercicio de su libertad y desde su muy particular perspectiva de los conceptos de responsabilidad e información, llegaban a tener más de una docena de hijos.

La tendencia en la actualidad, en nuestro país y en muchos países del orbe, es precisamente la contraria, actualmente las mujeres ‒y/o las parejas‒ por diferentes circunstancias, tienden a tener menos hijos. Ahora bien, adicionalmente en la actualidad contamos con nuevas formas de reproducirnos, aquella que podríamos denominar “a la antigüita”, y que requería de una relación sexual entre un hombre y una mujer, si bien sigue siendo la forma dominante para procrear, ya no es la única.

Ahora contamos con diversos procedimientos de reproducción humana asistida, bajo esta hipótesis ya no es necesario tener relaciones sexuales, en casos como éste basta con conseguir material genético donado ‒lo cual en la actualidad es relativamente fácil‒ y mediante por ejemplo la fecundación in vitro, una mujer puede procurarse un embarazo sin necesidad de tener relaciones sexuales y sin importar si es post-menopáusica.

Ahora bien, el lector se preguntará, por qué el título de este artículo, bueno esta pregunta me surgió al enterarme del caso de la Sra. Annegret Raunigk.

Si bien me queda claro que la historia que contaré no sucede en México, ni la protagonista es mexicana, nada impide (en el terreno de la especulación) que así pudiera haber sido.

La Sra. Annegret Raunigk es una maestra que a los 65 años de edad viajó en 2014 desde su natal Alemania a Ucrania, a fin se someterse a diversos tratamientos de reproducción asistida con la intención de quedar embarazada. Cabe señalar que la Sra. Annegret Raunigk tenía en ese momento trece hijos y siete nietos, teniendo su hija mayor 44 años de edad.

madre de 66 años
Annegret Raunigk y sus cuatrillizos (Foto: Getty Images).

Pues bien, según publicaciones de la prensa internacional como la BBC o The Guardian, la Sra. Annegret Raunigk decidió embarazarse nuevamente a petición de su hija menor de apenas nueve años, quien quería tener un hermanito, lo que finalmente sucedió gracias al auxilio de una clínica de la fertilidad de Ucrania y así, en mayo del 2015, la maestra alemana dio a luz a cuatrillizos, tres varones y una niña, mismos que nacieron prematuramente.

Inicié diciendo qué es lo que postula nuestra Constitución Política respecto al número de hijos que podemos tener, por lo que creo firmemente que la libertad es uno de los valores democráticos fundamentales, sin embargo, y extrapolando este caso a México, tendríamos que cuestionar hasta dónde esa libertad de la que habla la Constitución debe estar, precisamente acotada, por el otro principio señalado en la misma: la responsabilidad.

Lo anterior me lleva al siguiente cuestionamiento. ¿Podemos pensar que una mujer de 65 años con trece hijos y siete nietos que, en el ejercicio de su libertad procreativa, trae al mundo a cuatro seres humanos más, mediante el uso deliberado de procedimientos de reproducción humana asistida, está actuando responsablemente? No debemos olvidar que, de acuerdo a diversas convenciones internacionales, siempre debemos velar por “el interés superior de los menores”.

Una conclusión es evidente, si bien la libertad procreativa es un derecho fundamental reconocido en nuestra Carta Magna, ésta debe ejercerse de manera responsable e informada.

Nota adicional:

Cabe señalar que el caso de la Sra. Annegret Raunigk no es el primero en cuanto a la edad, pero sí lo es en cuanto al número de hijos. Ha habido varias mujeres mayores que han usado técnicas de reproducción asistida a lo largo de la historia, entre otras, María del Carmen Bousada de Lara, mujer española que a los 66 años y gracias también a la fecundación in vitro, gestó a dos hijos, mismos que quedaron huérfanos tres años después, ya que la Sra. Bousada falleció en 2009.

madre más vieja en 2006
María del Carmen Bousada de Lara con sus mellizos (Foto: https://alchetron.com).

Otro caso icónico es el de Kristine Casey, quien en 2011 a la edad de 61 dio a luz ¡a sus propios nietos!

Referencias:

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150523_alemana_da_luz_cuatrillizos_hr

https://www.clarin.com/sociedad/cuatrillizos-alemania-polemica-prematuros_0_Syg5ltYw7g.html

http://www.dailymail.co.uk/news/article-3580953/They-young-German-grandmother-IVF-quads-65-poses-children-birthday-insists-fit-mother.html

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