Del hospedaje. ¿Para dónde vas viajero? 3ª Parte

¿Para dónde vas viajero? ¿Dónde vas a descansar?

Aquí estamos de nuevo, en Ayer, Hoy y Mañana, en este caso hablando nuevamente de la industria de la hospitalidad y el hospedaje. El tema ha dado para tanto que en esta ocasión, tuve que reservar parte del presente y del futuro para una última participación sobre este tema. De hecho, me quedé en la organización de un viaje para probar las nuevas tendencias que ofrece la hotelería actual y me he encontrado con que, si yo estoy dispuesto a salir de la costumbre de viajar a hoteles convencionales, que de por sí van actualizando muchísimo su oferta, las alternativas para elegir son sumamente diversas, muchas de ellas muy atractivas, por lo que no resulta tan sencillo organizar una vacación distinta, hay muchas alternativas de selección. Veamos.

Para empezar, y eligiendo una clasificación sencilla, existe una segmentación importante de la industria hotelera actual. Desde los hoteles económicos o de servicios limitados, pasamos a los de mediana categoría, suites, los de primera clase para ejecutivos, hasta los hoteles de lujo.

  • Los hoteles económicos o de servicios limitados ofrecen lo más básico, una habitación, en la mayoría de las ocasiones con baño privado, funcional e higiénico. No hay restaurante, gimnasio, alberca ni spa, es decir, sólo se resuelve la necesidad de dormir y asearse.
Hoteles y hospedaje.
Fotografía: La Vanguardia.
  • Los hoteles de mediana categoría ofrecen alojamientos cómodos con baño privado, siguen un concepto tradicional e incluyen en su oferta alimentos, bebidas, servicio a la habitación, y muchas veces servicios adicionales como gimnasio o piscina. Son una combinación entre cierto grado de lujo y el confort para que sus huéspedes puedan disfrutar, tanto de sus instalaciones como de la localidad que visitan.
  • Los hoteles de suites ofrecen instalaciones superiores al promedio con el costo de un hotel de categoría media. Tienen áreas separadas para convivir y para descansar, además suelen contar con cocina y minibar.
  • Los hoteles de primera clase para ejecutivos están en una categoría más cercana al lujo, sin embargo su grado de comodidad y funcionalidad está pensado para huéspedes que recurren a este hospedaje por motivos profesionales. Así incorporan restaurantes, bares, salones de negocios, servicio a la habitación las 24 horas, etc. Todo lo que sea necesario para que los viajeros de negocios puedan pasarla bien mientras trabajan.
  • Finalmente, en esta clasificación, tenemos los hoteles de lujo. En ambientes sobresalientes, con altísima calidad en el servicio de alimentos y bebidas, personal especializado de alta competencia y cortesía; ofrecen ubicaciones especiales con varios restaurantes de lujo en sus instalaciones, spa, un nivel de acceso a lo mejor de las muestras locales e internacionales de la buena vida.
Hoteles temáticos.
Fotografía: www.disneyhotels.jp.

Por supuesto que a esta clasificación sencilla podemos agregar la combinación de categorías que amplía la oferta de manera muy importante. Por ejemplo, podemos encontrar resorts de lujo en los que se privilegia el ecoturismo, lo que produce una curiosa mezcla entre lo más selecto y lo rústico. Existen hoteles temáticos, como los asociados a la marca Disney, que ofrecen hospedaje en prácticamente todas las categorías (desde económico hasta de lujo). En estos hoteles, lo que fortalece la oferta es el acceso a sus parques de entretenimiento, es decir, una experiencia completa. Total, nada más revisar la oferta actual, se convierte en el análisis de una serie de hibridaciones entre las necesidades funcionales de contar con un lugar para dormir y asearse, hasta pequeños paraísos en los que el viaje puede consistir en únicamente disfrutar del cúmulo de atracciones y servicios que ofrece la marca.

Ahora bien, el propósito de esta tercera emisión consistía en planear unas vacaciones futuristas para este servidor. Así quedamos desde la publicación anterior. Lo que he encontrado en la revisión de la oferta actual y la tendencia a futuro no me ha permitido aún tomar una decisión y realizar un programa. Francamente, aunque comprendo la practicidad de los hoteles cápsula en los aeropuertos o la originalidad de los hoteles que te albergan en enormes tubos de concreto o en habitaciones de hielo, no estoy seguro de querer probar estas alternativas. Sin duda acudiría con gusto a uno de los hoteles de hielo a disfrutar un rato de la vivencia del bar, quizá del comedor, pero dormir en una cama de hielo, pues no, no me resulta especialmente atractivo.

Luego, la idea de tener hoteles tan “tecnologizados” que la relación se establecerá a través de los dispositivos electrónicos me resulta un poco extraña. Quizá sea funcional y, por supuesto me daría curiosidad probarlo, sólo que no estoy seguro que sería la mejor experiencia en términos de servicio y atención. Mira, en estos hoteles se podrá hacer la reservación y check-in en línea, de la misma manera recibirás el código de acceso a tu habitación. Incluso se piensa que el servicio a cuartos se realizará a través de una impresora 3D en la que podrás imprimir los alimentos que se te antojen teniéndolos listos para su consumo en sólo 5 minutos. Podrás conectar tu dispositivo a los servicios de cuarto de manera que podrás llevar programados tu playlist, canales de televisión, la temperatura del agua para bañarte, etc. Sin duda suena a comodidad y si viajas acompañado quizá puedas prescindir del contacto humano en todas sus formas, sin embargo, buena parte de la comprensión de las culturas locales está dadas en el contacto con las personas. En un gran número de casos, la conversación con personal de restaurante o de recepción te orienta sobre aquellas cuestiones sutiles en las que tus apps o búsquedas en Internet no pueden asesorarte porque carecen del toque y la sensibilidad humana.

Hoteles tecnologizados.
Fotografía: cybevasion.fr.

Otra de las tendencias que se observa es la de volver a la naturaleza, la práctica de deportes extremos o los santuarios de conservación de animales selváticos o marinos nos acerca a un tipo de turismo con un alojamiento más rústico. Acampar de la manera más rupestre puede ser una opción, también quedarse en cabañas que cuentan con todo el confort que ofrece la tecnología y la modernidad y que están instaladas en plena jungla o a la orilla del mar.

Sin ser tan drásticos en el contacto con la naturaleza, una de las vertientes en boga de la industria del alojamiento, es llegar a compartir o a vivir en casas de los habitantes del lugar. Las dinámicas que se pueden establecer al acudir a una alojamiento tipo Airbnb permite comprender la cultura desde adentro, las experiencias para aprender cocina, artesanía o simplemente convivir con las familias que reciben al viajero se ha vuelto tendencia.

La evolución de todas estas formas de hospedaje y las que se puedan generar serán siempre opción para la gran diversidad de demandas y necesidades de los viajero actuales y del porvenir. Fantaseando un poco, quizá lo que querría combinar sería una mezcla de formas de viajar y de hospedarse. ¿Qué tal que pudiéramos teletransportarnos como lo hacían los navegantes del Star Trek? De esa manera podríamos estar un día en un lugar y al otro día en otro de manera prácticamente inmediata. Si el traslado se lleva sólo el tiempo en el que nuestras moléculas se desintegran en un sitio y se integran nuevamente en el destino, la decisión de dónde queremos estar, durante cuánto tiempo y cómo deseamos que sea el hospedaje puede tomarse de manera inmediata para satisfacer un antojo o la curiosidad de sumar una nueva experiencia a nuestro repertorio. Eso sí que se me antoja mucho, nada más espero que la desintegración y reintegración molecular no provoque mareos.

0 0 voto
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x
()
x