¡Manolo, Manolo y ya!

Hace 16 años, la salud de Manolo Martínez era deplorable, su hígado era inservible y la esperanza de vida pendiendo de un hilo, era un probable trasplante para paliar la delicada situación. Desafortunadamente Manolo ya no pudo tenerlo, el 16 de agosto en la Joya en California, Estados Unidos, falleció el torero mexicano.

La afición mexicana no lo olvida, Manolo es de esos toreros que marcan época y difícilmente escapan a la memoria, todavía en novilladas y corridas de toros se escucha el grito desde los tendidos recordando las inolvidables faenas del diestro regiomontano, con mirada penetrante y una mueca de satisfacción cuando el público capitalino lo veía camino del triunfo.

Manuel Martínez Ancira nació en Monterrey el 10 de enero de 1946, su presentación como novillero es en la plaza de toros la Aurora, el 1 de noviembre de 1964. Desde aquella fecha, muchos presagiaron que en Manolo había materia prima para figura grande, no se equivocaron.

Manolo detenta el mayor número de corridas de toros de matador algunos en la historia de La México con 91 corridas y es el de mayor número de rabos como matador de toros, con 10 en su trayectoria que se cerró en una mano a mano con Jorge Gutiérrez el 4 de marzo de 1990.

Lo recordamos hoy y lo recordaran siempre los aficionados taurinos, Manolo y su época representan un período muy extenso del toreo de México, del cual se pueden extraer pasajes para el análisis a favor y en contra, pero hoy no será el día, hoy recordamos al gran torero del cual extrañamos su presencia física.

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