Normalmente cada año se repite la historia, durante la famosa Convención Bancaria, a la que llega público de lo más diverso, algunos muy conocedores del asunto y otros verdaderos villamelones. Alguien por ahí declara que la banca no está realmente apoyando el desarrollo, mencionando como razón que no está otorgando suficiente crédito; luego los legisladores se pronuncian a favor de mejorar los servicios bancarios y hasta los candidatos llegan y prometen que bajo su gestión la banca recobrará su papel de fomentar el desarrollo. Malas noticias, porque la banca no fomenta el desarrollo, y menos aún lo hace la famosísima banca de desarrollo. Nos explicamos.
La función que realiza la banca es la de ser un intermediario financiero, lo que significa que toma el dinero de quienes tienen y lo presta a quienes les falta, cobrando una comisión por sus funciones, además de aplicar la tasa de interés relevante. Entonces, se necesita que haya familias y empresas a las que les sobre el dinero y otras a quienes les haga falta, aunque cuidado, no es sólo cuestión de que a mi me falte para que vaya a formarme para ver cuanto me toca; hay que cumplir con una serie de requisitos, como demostrar que uno tiene capacidad de pago y que no tiene malos antecedentes.
Las cosas se complican más cuando por cuestiones ajenas al sistema se presentan riesgos de que cambie el valor del dinero, o que hagan que prestar se vuelva más caro, porque salga alguien que esté dispuesto a pagar más para recibir dinero. El valor del dinero cambia cuando se presenta un problema de inflación, o devaluación de la moneda y el costo del crédito aumenta cuando surge alguien con más necesidad del mismo.
Siendo México un país con una muy desigual distribución del ingreso y ante la falta de oportunidades para trabajar y ganar bien, existe muy baja capacidad de ahorro. Luego tenemos el problema de que quienes trabajan ganan en promedio muy poco y cuando cobran prefieren tener su dinero en efectivo que ir al banco a depositarlo. A esto tenemos que añadir el tamaño del sector informal, que es muy grande y que por lo general quienes ahí operan prefieren mantenerse al margen de la banca. Existe de hecho un mercado paralelo de crédito informal muy grande, cuyo tamaño no debe resultar difícil calcular, que está dispuesto a prestar, con mayores facilidades que la banca, pero a un costo bastante más elevado. Entonces, para que la banca haga su función de prestar, tiene primero que haber ahorro, que en México es bastante escaso.
Luego viene el problema de a quien se le presta y para qué. Habrá oportunidad de que efectivamente se contribuya al desarrollo si quienes toman dinero prestado lo usan para ampliar su capacidad productiva, o para financiar la compra de insumos y materiales para producir más, o simplemente si es para alguien que quiere materializar un proyecto nuevo. Habría que analizar muy bien las cifras disponibles del crédito en el país, pero existe la presunción de que es una mínima parte la que se utiliza para financiar cuestiones productivas, sobre todo nuevos proyectos que expandan la capacidad de producción y generación de empleos e ingreso.
Cuando hablamos de la famosa banca de desarrollo, debemos empezar por mencionar que esta funciona con dinero del gobierno, que primero lo tomó de nuestras cartera en la forma de impuestos y luego supuestamente lo presta a quienes más lo necesitan y que de alguna manera no tiene acceso al financiamiento en la otra banca, por lo cual es dudosa su aportación al desarrollo del país. Posiblemente se contribuya a la manutención temporal del usuario de crédito, pero dadas las innumerables malas experiencias con los usuarios que simplemente desaparecen y no pagan, la contribución de esta banca al desarrollo es escasa.
Existen muchas maneras en que se puede hacer que la banca aumente su labor de prestar, muchas de ellas al alcance de una mejor legislación, otras fomentando la competencia, pero la principal es la que precisamente el gobierno no ha utilizado, que es instrumentar una mejor política económica para que nuestra economía crezca más, atraiga inversión extranjera y se fomente la creación de nuevas empresas y negocios.