Modelo de Sustitución de Importaciones

Tras la Segunda Guerra Mundial y dentro del nuevo reordenamiento económico mundial, muchos de los países ahora llamados desarrollados, implementaron una política económica que se llamó sustitución de importaciones; misma que se propuso crear industrias enteras de productos o servicios que se importaban antes o durante la guerra.

Se consolidaron grandes industrias en todos y cada uno de los países, algunas alcanzaron capacidades increíbles y en muchas otras no se aprovechó este periodo; tal es el caso mexicano, que aunque se apoyó de igual manera no se lograron consolidar muchas industrias. Las empresas creyeron que el proteccionismo estatal duraría unos cuantos lustros más y no crearon capacidades para poderle hacer frente a una nueva oleada de precursores del libre mercado.

Hace un par de semanas, mencionaba que el modelo económico neoliberal o el modelo de orientación al mercado, al menos (aunque para muchos otros países no dudo que así sea también), se inició con procesos muy corruptos de apertura, poca transparencia y con sectores basados en capacidades probadas, y de poder gubernamental los que se abrieron al mercado. Sí es verdad que ahora la comunicación ya no es un servicio que da estatus social como lo era antes, tampoco estamos para celebrar que tenemos la mejor tecnología, los paquetes compiten por los megas que ofrecen, pero la mayoría de los productos o suministros que usan son importados y, es más, subcontratan empresas para la instalación de los servicios.

El gobierno de la Ciudad de México, se enorgullece al decir que al menos el primer cuadro de la ciudad esta cableado de manera subterránea, cosa que se cumple en algunas calles pero no en todas. No sé, desconozco qué tan difícil es legislar en el sentido de que las empresas den un servicio no sólo óptimo sino con infraestructura adecuada. En el caso del gas natural, se nota en las calles, los baches lineales por donde va su tubería. Es increíble que nadie haga nada al respecto, y así con muchos servicios.

El negocio es vender no crear. Ese es nuestro gran problema, y cómo se acompaña con “permisos”, pues no estamos creando capacidad instalada, y eso que estoy hablando de uno de los ramos más rentables, las telecomunicaciones, regularlos va más allá de los servicios y costos que ofrecen, sino de la inversión en infraestructura que están realizando. Por lo tanto, de querer cambiar el modelo económico realmente, se debe de iniciar con cambiar la forma de pensar de todos y cada uno de los que “hacen negocios” en este país.

No creo que se puede implementar un modelo de sustitución de importaciones como tal, porque la economía mundial no se está orientando en ese sentido, no se vería con buenos ojos, pero lo que sí se puede y está dentro del argot de la literatura actual es invertir en investigación y desarrollo, innovar, crear capacidad instalada, infraestructura, recursos humanos calificados. Todo eso sí lo podemos usar y explotar, pero no para alcanzar un promedio que dice la OCDE, o el mismo Banco Mundial que hay que alcanzar, sino que realmente equivalga a las necesidades reales del quehacer nacional.

Siendo un país con yacimientos petroleros, y como fuente de energía por el uso que le están dando las grandes empresas automotrices, dudo que deje de ser, a mediano y largo plazo, uno de los pilares de la economía mundial. Es ahí donde se debe de seguir apoyando; el IMP (Instituto Mexicano del Petróleo) era el creador de conocimiento en este país hasta hace algunos años; tenía el mayor número de patentes concedidas a inventores mexicanos en la Oficina de patentes en Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés). Situación que no se pudo mantener tras la reforma energética de este sexenio. La innovación, junto con la educación, son indudablemente las herramientas que tienen los países para salir del subdesarrollo, pero no debe restringirse.

Necesitamos esta nueva “sustitución de importaciones” en donde dejemos de lado ser consumidores (importadores) de tecnología. Consumirla no nos hace expertos, un caso concreto es que más de 97 millones de mexicanos tienen un celular, y podría hablar de un valor muy inferior al uso de celulares de producción nacional. No se puede hablar y hacer comerciales de consumir lo mexicano; ¿se acuerdan de lo “Hecho en México”?, no puede hablarse de eso y fomentar las importaciones de productos no nacionales, es por demás contradictorio.

Vamos a utilizar lo que nos deja el mercado, vamos a crear capacidades y fomentar una infraestructura adecuada al quehacer nacional; es necesario dejar de concesionar bienes y servicios por negocio. De eso se trata, hacer las cosas diferentes para realmente impulsar el desarrollo económico y no sólo querer que la oscilación del PIB sea positiva o que baje lo menos posible.

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