Clase media empresarial

La clasificación que se da a las empresas en México de acuerdo a su tamaño es la siguiente:

  • Micro: hasta 10 empleados y ventas de no más de 4 millones de pesos al año.
  • Pequeña: hasta 50 empleados y ventas de no más de 100 millones de pesos al año.
  • Mediana: hasta 250 empleados y ventas de no más de 250 millones de pesos al año.
  • Gran Empresa: ventas de más de 250 millones de pesos al año.

Saber cuántos empresarios hay en México es muy difícil de determinar, ya que por estrategia de mercado, fiscal o laboral, hay muchos empresarios que utilizan más de una razón social y, por otro lado, no hay información suficiente en el ámbito ilegal y que a muchos les gusta llamar informal.

Sin embargo, se puede intuir con las encuestas y la información disponible, que en México hay alrededor de 5 millones de empresarios.

El gran reto a vencer es que, al analizar a las empresas y su distribución, la curva está totalmente cargada a las microempresas y algo de pequeñas, por supuesto, muy pocas medianas y unas cuantas de las que llamamos Gran Empresa.

No creo equivocarme al afirmar que el empresariado en México está totalmente atomizado y, por lo tanto, la gran mayoría no tiene los recursos tecnológicos y de capital para competir exitosamente y crecer.

Si no tenemos una clase media empresarial fuerte y dinámica es muy difícil que México llegue algún día a ser un país donde la mayoría de la población ¡sea de clase media!

Como Política Industrial llevamos ya un buen rato tratando de encadenar a los chicos con los grandes, pero es un hecho que esto ha sido insuficiente y la realidad del país no la podemos ignorar.

A mí me parece que la forma de lograr una CLASE MEDIA EMPRESARIAL es provocar que las empresas se CONSOLIDEN y tomen tamaño, los incentivos para lograrlo pueden ser fiscales, crediticios, fondos de inversión, a través de franquicias y marcas, etc.

El reto es que se empiecen a dar las alianzas y entender que a medida que los empresarios tomen tamaño lograrán mejores sinergias y una visibilidad mucho más clara hacia el futuro.

La gran pregunta es si los empresarios mexicanos pueden jugar en equipo o mejor nos quedamos chiquitos.