Desde hace semanas hemos escuchado de localidades que se han quedado sin gasolina, las opiniones son encontradas; las autoridades argumentan que es por el robo por tomas clandestinas, mientras que hay información que lo atribuye a la baja producción.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Se ha vuelto popular escuchar que en algunas localidades del país es necesario hacer largas filas para cargar combustible, o peor aún, no hay con qué cargar gasolina a los vehículos. Esta situación ha ido creciendo al grado que ya llegó al Congreso y, es que no sólo es la falta de gasolinas o diésel, también hay insuficiencia de gas natural y turbosina.
Petróleos Mexicanos ha argumentado que la falta de combustibles se debe al incremento de tomas clandestinas en diferentes entidades del país y a la falla de un nuevo sistema de facturación de Pemex Refinación así como a la falta de mantenimiento en la refinería de Cadereyta.
Lo anterior, ha derivado en una baja considerable de las reservas y como medida paliativa, la empresa productiva del Estado informó que incrementará las importaciones de gasolinas para regularizar el abasto.
Lo que Pemex no explica bien es que, de acuerdo a la información proporcionada, las tareas de mantenimiento en las refinerías de Cadereyta, Salamanca y Salina Cruz, ha derivado en la baja producción de combustibles. Además, la decisión de migrar a un nuevo sistema de facturación que se mantuvo inestable durante días, ha hecho imposible dar seguimiento a los pedidos.
Esto se suma a declaraciones de expendedores de gasolinas que desmienten la versión de tomas clandestinas (al menos en la zona norte). De tal forma, no podemos atribuir a un solo factor, es un conjunto de variables las que detonaron en esta situación que se torna cada vez más complicada.
Los estados en los que en este mes se ha registrado el desabasto de gasolina son: Aguascalientes, Coahuila, Colima, Nuevo León, Jalisco, San Luis Potosí, Puebla, Tlaxcala y Chihuahua. Aunque no debemos olvidar que también en Oaxaca se ha reportado una situación similar.
El tema ha llegado al Congreso en donde la senadora Dolores Padierna atribuyó el desabasto a la reducción de la producción de petróleo, las tomas clandestinas y la falta de inversión en Pemex. En contraparte, el diputado Marco Antonio Bernal confía en que se aprueben cambios a la ley propuestos por la Cámara baja para que se endurezcan las penas por el robo de combustible.
El asunto no es poca cosa, tan sólo en lo que va del año las importaciones participan con 51 por ciento de las ventas totales de gasolina en el país, si esta situación no se resuelve México podría convertirse en un dependiente de la importación de combustibles, sin mencionar esta situación provoca que el que el carburante que hay disponible se comercie con precios extremadamente altos.
Algo irónico si se considera que somos un país productor de petróleo y se destinó un fuerte presupuesto para una nueva refinería (que nunca se logró) y que estamos en el proceso de la implementación de la reforma energética, además de que se supone este año ya no hay gasolinazos.
Por I. Nava