Las condiciones de la economía mexicana permite a la ODCE proyectar un crecimiento moderado del 2.3 y 2.4 por ciento para el 2017 y 2018; respectivamente.
La economía mexicana ha mostrado resistencia ante los choques externos y al contexto internacional que se avecina, demostrando que cuenta con elementos sólidos que le permitirán tener un crecimiento moderado en 2017 y 2018; según estimó la OCDE.
En su análisis más reciente sobre la economía en México, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), refirió que la segunda economía más fuerte de América Latina ha mostrado una actividad resistente ante el fuerte descenso de los precios del petróleo, el débil crecimiento del comercio mundial y el endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos, por lo que estima que México crecerá 2.2 por ciento al cierre de 2016, mostrando optimismo al proyectar una expansión del 2.3 y 2.4 por ciento del Producto Interno Bruto para 2017 y 2018, respectivamente.
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La OCDE, un organismo con sede en París, Francia, señaló que la demanda interna se mantiene como el principal motor de la actividad económica, apoyada por las recientes reformas estructurales aprobadas al inicio de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, las cuales han derivado en una reducción de los precios de la electricidad y las telecomunicaciones.
Desde el análisis de expertos en materia económica del organismo, el crecimiento de México será moderado en los próximos dos años en reacción al comportamiento de la inversión y la confianza de consumidores ante la incertidumbre de las políticas económicas que el gobierno del presidente electo Donald Trump adoptará para Estados Unidos, principal socio comercial de México.
A pesar de ello, el organismo plantea que la economía mexicana seguirá beneficiándose con un tipo de cambio competitivo, una sólida expansión del crédito y continuas mejoras en el mercado de trabajo con el apoyo de las reformas estructurales del gobierno y un entorno de baja inflación.
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La OCDE aclaró que sus estimaciones de crecimiento para México incluyen el análisis del impacto de la incertidumbre sobre las políticas externas, las reducciones adicionales en la producción de petróleo y una confianza empresarial e inversión privada más débiles.