Las amenazas que Trump ha puesto sobre el comercio con México a través del TLCAN brindan una oportunidad para ver al mercado interno como motor de desarrollo.
Ciudad de México.- La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos trajo consigo la esperanza de una mejor economía para la mayoría de los votantes en los colegios electorales que eligieron al republicano; sin embargo, para las economías emergentes, socias comerciales de Estados Unidos, el riesgo de cancelar acuerdos en materia de comercio exterior obliga a tomar medidas que eviten caídas abruptas de crecimiento.
La promesa de devolver empleos en el sector secundario a partir de relocalizar las fábricas estadounidenses que habían emigrado a países en vías de desarrollo, en su búsqueda de reducidos costos de producción, y de impulsar el mercado interno a través de incentivos fiscales, dieron a Trump el apoyo necesario de la clase media abandonada por la globalización. Dichas medidas subrayan la vulnerabilidad del mercado externo como el de México, por lo que expertos exhortan al gobierno de Enrique Peña Nieto a mirar al mercado interno como la mejor opción de crecimiento.
La integración económica entre México y Estados Unidos se acrecentó exponencialmente a raíz de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), trayendo para ambos países beneficios como el incremento en las exportaciones a través de la frontera al norte de México.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, las importaciones de México desde Estados Unidos eran en 1993 – previo al TLCAN- de 46 mil millones de dólares; para 1997 habían pasado a ser de 83 mil millones, y en 2000 eran ya de 127 mil millones, con un crecimiento respecto a 1993 del 277 por ciento.
Relación comercial México-EE.UU.
En cuanto a las exportaciones, México enviaba a Estados Unidos en 1993 42 mil millones de dólares, en 1997 exportaba 80 mil millones, y para el 2000, Estados Unidos recibía de México 120 mil millones de dólares.
El enfoque en el comercio exterior basado en una relación comercial con el mercado más grande del mundo también derivó en un abandono del mercado interno mexicano, como ejemplo, el consumo privado en México ha crecido a un ritmo menos acelerado.
El indicador del consumo privado en el mercado interior anualizado, que mide la evolución del gasto, realizado por los hogares, en bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado, creció 15.4 por ciento en el 2000 respecto a 1993, según cifras de INEGI.
Mercado interno la opción de crecimiento para México
De acuerdo con un análisis del Grupo Nuevo Curso de Desarrollo de la UNAM, ante la precariedad del mercado externo mexicano, el potencial de este para impulsar significativamente la economía mexicana es poco, por lo que se debe dar prioridad al mercado interno como motor del crecimiento a largo plazo.
Para impulsar el crecimiento del mercado interno debe beneficiarse el poder adquisitivo de la población, es decir, la cantidad de bienes y servicios que se pueden conseguir con la misma cantidad de dinero, a través del tiempo.
De acuerdo con un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de Economía de la UNAM (CAM), la calidad del poder adquisitivo en México se ha reducido sustancialmente desde el Pacto por México en 2012.
En 2013, el precio de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) era de 171.86 pesos, mientras que el salario mínimo era de 64.76 pesos diarios. Para 2014, el salario se incrementó 3.9 por ciento, mientras que la CAR se encareció 7.6 por ciento, lo que significa un deterioro del poder adquisitivo del 3.45 por ciento.
Para octubre del 2016 el salario mínimo se ubicó en 73.04 pesos, con un incremento de 12.8 por ciento respecto al año anterior, mientras que la CAR tenía un precio de 2018.06 pesos, un 33.50 por ciento más cara que en 2015, derivando en un detrimento en el poder adquisitivo del 11.11 por ciento respecto al de 2012.
Según datos del mismo CAM, mientras en 1987 -año previo al TLCAN- se requerían de 4 horas y 53 minutos de trabajo para adquirir una CAR, en 2016 se requieren de 23 horas y 53 minutos de trabajo para adquirir la misma canasta.
La llegada a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump puede significar para México la pérdida de ingresos provenientes del mercado externo en el corto plazo, pero brinda una oportunidad para tomar en consideración el desarrollo a largo plazo ocupándose en el mercado interior.