Pecados financieros que no debes cometer

 

Las compras y el gasto de dinero son tan comunes, que muchas veces se pasan por alto los pequeños errores que se convierten en deudas abismales imposibles de cubrir.

Ciudad de México – Una forma de lograr bienestar en la vida económica es identificando lo que impide establecer una sana relación con el dinero.

Existen ciertos pecados financieros que impiden llevar una vida económica saludable. Estos nos incitan a gastar más de lo debido y a adquirir deudas imposibles de pagar, por lo que es recomendable conocerlos y detectarlos. Aprovecha este tiempo de reflexión que da la Semana Santa y aprende a estar libre de pecado. Resuelve tu Deuda presenta los siete pecados financieros que se deben evitar:

Lujuria: “Comprar por placer aun cuando no tienes con qué”

Los auto-préstamos o las frases como ‘gasto hoy y repongo el otro mes’ te alejan cada vez más de tus metas financieras. Kathy Quintero, representante de Resuelve tu Deuda señala: “es mejor no caer en la tentación ya que todos los meses tenemos que cubrir los rubros del presupuesto y reponer el monto que tomamos prestado puede resultar muy difícil”.

Pereza: “Ahorrar, ¿Para qué?”

Para ahorrar es necesario dedicar tiempo a conocer y ordenar nuestras finanzas. Tener cuentas claras de ¿cuánto ganas y cuánto gastas? Hacer una lista de tus ingresos y egresos te ayudará a darte cuenta si hay algún rubro en el que estés destinando dinero de más y cuyo excedente pueda destinarse al ahorro.

Gula: “Comamos, gastemos y luego veremos”

De acuerdo con una investigación interna realizada por Resuelve tu Deuda, el 39 por ciento de los encuestados solo ahorra lo que le queda al final del presupuesto mensual o quincenal, por lo que es posible que al final no tenga nada e incluso, en caso de caer en excesos, que deba recurrir al crédito.

Avaricia: “Todo esto es mío”

No disfrutar del dinero también es un pecado. No sirve de nada acumular y acumular, lo importante es saber gastar de manera inteligente y nuestros ahorros destinarlos a productos financieros que nos generen mayores rendimientos.

Ira: “Nunca tengo dinero para nada…”

Aquellos que pertenezcan a este grupo necesitan dos cosas: un cambio de mentalidad y un plan de acción para organizar su dinero. Iniciar con la realización de un presupuesto e identificar los gastos hormiga o compras innecesarias que están haciendo, esto ayudará a encontrar la fuente de ahorro.

Envidia: “Todos pueden menos yo”

Tener conciencia de nuestros gastos y de nuestras deudas nos permitirá designar un presupuesto para diversión y darnos uno que otro antojo. La distribución ideal que recomendamos es del 70-30 en donde el 70 por ciento incluye vivienda, salud, educación y transporte, y el 30 por ciento se destina a ahorro, entretenimiento o gustos personales y pago de deudas.

Soberbia: “Es mi problema y lo soluciono solo”

En ocasiones, las personas que enfrentan problemas financieros no se atreven a aceptarlos por orgullo o miedo a quedar mal ante sus familiares y amigos. No enfrentar los problemas y seguir una vida llena de lujos que no podemos cubrir nos puede ocasionar que el problema siga creciendo. Es importante ser humilde y aceptar y enfrentar los problemas para poder resolverlos.

 

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