Los mercados reaccionaron con tranquilidad a las primeras declaraciones de los negociadores; pero, ¿hay algo detrás de cámaras?
Las fotos muestran que hay una relación cordial y afable entre los negociadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y, a pesar de las diferencias de intereses, pareciera que México, Estados Unidos y Canadá están dispuestos a conformar un renovado acuerdo comercial.
Si el sentimiento que se pretendió mostrar a los mercados fue el de un optimismo generalizado entre las tres partes, se logró. Los mercados reaccionaron con tranquilidad a las primeras declaraciones que los representantes de cada país ofrecieron en conferencia a medios; pero, ¿hay algo detrás de cámaras?
En la primera ronda de negociación, la postura de Estados Unidos no sorprendieron a nadie, sólo respaldaron el aferrado discurso de Donald Trump por eliminar el déficit comercial y realizar una revisión mayor en la normatividad del TLCAN, incluyendo el polémico capítulo 19 que de eliminarse podría significar la salida de Canadá.
México reiteró su apertura a la modernización y la férrea lucha que dará para defender el libre comercio, postura que fue respaldada con una actitud diplomática del Canadá y el optimismo mostrado por su representante, la canciller canadiense, Chrystia Freeland; pero lo cierto es que los temas del alza de salarios y la producción de autopartes fueron algunos puntos controversiales.
Sin saber más hasta el momento del rumbo que está tomando la negociación detrás de la puerta, surgen algunas dudas indispensables de responder antes de poder hablar de un éxito o “felices términos”.
Las dudas
¿Es posible que se desintegre el TLCAN?
No podemos dar una respuesta definitiva a esto. Si bien no se espera que las amenazas de Trump dejen de aparecer en su cuenta de Twitter, la realidad es que romper con el acuerdo y buscar pactos bilaterales implica pérdidas para los tres países.
Si bien, a sus 23 años, el TLCAN no es el “mejor acuerdo logrado”, si ha representado mejoras económicas en la región de América del Norte y cortar lazos que se han forjado por más de dos décadas sería dañino para 450 millones de consumidores y trabajadores que implica un manejo de 1.2 mil millones de dólares negociados años con año.
¿Cuándo habrá nuevo TLCAN?
Las autoridades mexicanas han mostrado su optimismo porque el nuevo TLCAN esté listo para salir del horno en diciembre de 2018, y su premura se debe a que busca eliminar cualquier riesgo que puedan representar las elecciones presidenciales y el cambio de administración en el gobierno.
Si partimos de que históricamente los tratados comerciales implican largos periodos de negociación para su creación, sería sumamente raro que el TLCAN se cocine a ritmo exprés; sin embargo, México ha insistido en que la primera ronda de negociación se enfoque en la creación de una agenda que determine los temas a abordar en las rondas siguientes.
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¿Habrá muchas modificaciones en el nuevo TLCAN?
México y Canadá han subrayado los grandes beneficios al comercio que el TLCAN ha generado para las economías del bloque y ambos comparten la idea de modernizar la normatividad del acuerdo para mejorar el libre mercado. No así por el lado de Estados Unidos, la bancada norteamericana ha insistido que el nuevo documento deberá incluir “mayores mejoras”.
¿Cuáles son los principales cambios que pretende realizar EUA?
Donald Trump tiene en la mira los déficits comerciales. En el 2016, el déficit con México fue de 64,300 millones de dólares (mdd) y con Canadá de casi 11,000 mdd.
Para lograr su objetivo, el magnate republicando ha insinuado varias formas controvertidas y su más controversial canal ha sido la implementación de aranceles, medida que implicaría la desaparición del tratado.
Otro cambio sugerido por Estados Unidos es la modificación o incluso eliminación del capítulo 19 que aborda la regulación de disputas sobre dumping y subsidios ilegales. El apartado indica que en caso de apreciarse prácticas de dumping, se pueden aplicar impuestos y tarifas compensatorias como medida antidumping, cuya legitimidad.
¿Canadá se levantará de la mesa?
Si Estados Unidos insiste en la eliminación del Capítulo 19, Canadá no titubearía en levantarse de la mesa y romper todo diálogo.
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¿Cuál es la polémica de los salarios?
Estados Unidos busca penalizar la oportunidad de México ofrece a la cadena de producción por su índice salarial menor en la mano de obra de manufactura. La mano de obra barata que México ofrece a las industrias es un fuerte incentivo para manufacturar en el país.
Al incrementar los salarios, como lo pretende Estados Unidos, reducirían los incentivos para trasladar las fábricas al otro lado de la frontera sur estadounidense.
Sobre el tema, Ildefonso Guajardo señaló que “La política salarial corresponde a un esquema interno, de diálogo y construcción de consensos entre los diferentes actores que están en la economía del país y que eventualmente reflejará claramente las condiciones que cada uno de los actores establece en la mesa”.
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El banderazo ya fue dado, las partes realizan largas jornadas en Washington del 16 al 20 de agosto y repetirán reuniones el 10 de septiembre en México. Esperaremos por más datos y señales del rumbo que ha tomado el futuro del comercio trilateral del bloque.