La agricultura familiar sigue siendo la base del desarrollo regional en México, ya que conlleva sistemas de producción, de convivencia y tradiciones que sobreviven con el paso del tiempo y en un entorno global de mucha exigencia comercial, por lo que es necesario instrumentar programas para llevar nuevos avances tecnológicos y aumentar su capacidad.
Ciudad de México.- En México la gran mayoría de las unidades agropecuarias son catalogadas dentro de la agricultura familiar y esto tiene una enorme repercusión en los sistemas productivos, ya que no solo se trata de las personas que participan en este modelo, sino de la trascendencia que tiene en cuanto al suministro de alimentos para el país entero.
De acuerdo a cifras de la Comisión Especial de la Industria del Cacao de la Cámara de Diputados, existen en nuestro país 5.4 millones de unidades de producción rural, de las cuales, “el 80 por ciento pertenecen a la agricultura de pequeña escala o familia, en los que descansa el desarrollo y la subsistencia de México”.
Según la FAO, “la agricultura familiar es una forma de organizar la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, acuicultura y pastoreo, que es administrada y operada por una familia y, sobre todo, que depende preponderantemente del trabajo familiar tanto de mujeres como hombres”.
Estas se pueden dividir en entidades orientadas solo a subsistencia y autoconsumo; las de “transición”, que combinan el autoconsumo y venta de la producción; y finalmente las que destinan su producción a la venta en mercados locales de forma sostenible.
Pero en la mayoría de los casos, la falta de tecnología y la resistencia a la aplicación de nuevos modelos de producción, merman sus capacidades y ello afecta a todo un entorno económico, por lo que es necesario equilibrar esto con medidas precisas.
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Ayudar a la agricultura familia
En este sentido, Cecilia Bartolucci, coordinadora de Ciencia y Tecnología del Proyecto Nacional de Recursos de Italia, considera indispensable la colaboración de diversos países para lograr consolidar la agricultura familiar como una unidad productiva rentable que tenga un impacto positivo en “la cadena alimenticia en los sistemas ambiental, económico, social, político y cultural”.
Durante su participación en la sesión “Productividad y pequeña producción”, que formó parte del coloquio entre Italia y México “Agricultura familiar: cambio climático, biodiversidad e innovación en las cadenas de valor”, la funcionaria italiana aseguró que esto es vital para las exigencias del mundo actual.
En declaraciones que retoma Notimex, Bartolucci señaló que “si no logramos encontrar un equilibrio (entre estas dimensiones), no podemos pensar en crear un sistema sustentable”.
En tanto, el presidente de la Comisión Especial de la Industria del Cacao de la Cámara de Diputados, Leonardo Rafael Guirao, afirmó que ya aplican un programa piloto para ayudar a las familias en sus labores agropecuarias con el fin de “acercar la ciencia, la tecnología y la innovación a los pequeños productores”, para que integren la “innovación en sus cadenas de valor”.