Más allá de lo complicado que han resultado las mesas de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México tiene un as bajo la manga para aumentar comercio internacional y tiene que ver más con algunas estrategias implementadas a nivel local, que seguir dependiendo de la postura de Estados Unidos, por lo que las Zonas Económicas Especiales (ZEE) pueden convertirse en la principal atracción para atraer inversiones.
Ciudad de México.- Con incentivos fiscales únicos, tasas de aranceles muy competitivos a nivel internacional y la posibilidad de ubicarse en regiones estratégicas para alcanzar mercados de Centro y Sudamérica, las Zonas Económicas Especiales pueden ser el detonante del comercio internacional que tanto espera México.
Ahora que el TLCAN está en una etapa de incertidumbre por la postura que ha presentado Estados Unidos, para Enrique Huesca, secretario ejecutivo de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales, es la oportunidad de consolidar otros modelos de inversión y de desarrollo dentro del propio país.
“Aprovechar la ubicación estratégica de mercados no plenamente desarrollados en el sur-sureste del país, incrementa nuestra oportunidad de atraer inversiones, no sólo de Estados Unidos, sino de cualquier parte del mundo”, dijo el funcionario en declaraciones que retoma el sitio Dinero en Imagen.
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En ese sentido, aseguró que la apertura comercial es muy amplia desde las ZEE, ya que a través de ellas se puede llegar a mercados como el “asiático, sudamericano, centroamericano, europeo, el Caribe, Lejano Oriente, Oriente Medio además de África”.
Según cifras de las autoridades federales, hasta el momento 152 empresas han manifestado su interés de establecerse en alguna de las ZEE; y de éstas “126 tienen negociaciones avanzadas y 50 ya han emitido su carta de intención” de estar presentes en Puerto Chiapas, Coatzacoalcos, Lázaro Cárdenas; además de Salinas Cruz y Puerto Progreso.
Entre los principales atractivos que ofrece el gobierno federal a los inversionistas para instalarse en alguna de estas regiones, son un descuento de hasta 100 por ciento en el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) durante los primeros diez años y de 50 por ciento en los siguientes cinco, además de tasa cero en Impuesto al Valor Agregado (IVA) para todas aquellas que compren productos e insumos hechos en México.