A pesar de que la reforma energética ha permitido la entrada de más competidores en el sector de los combustibles y con esto se espera que los precios se estabilicen en beneficio de la población, lo que ha sucedido en los últimos meses ha sido un efecto contrario, donde el alza de combustibles afecta a empresas y consumidores finales.
Ciudad de México.- Ya sea gasolinas, diésel o Gas LP, todos han tenido variaciones al alza en sus precios de manera significativa, lo que para algunos expertos representa un riego ya que esto tendrá un impacto en los gastos para las empresas y por lo tanto, tarde o temprano se verán reflejados en los costos de venta de los productos finales.
Por un lado, el diésel es el combustible que más utilizan las empresas para transportar sus productos y el caso del transporte ferroviario, que según cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), mueve el 25 por ciento del total de las mercancías que se distribuyen en todo el país, se ha visto afectado.
Dos de las empresas más importantes de este sector, Ferromex y Kansas City Southern México (KCSM), han manifestados el alza en sus costos de operación derivados de alza del precio del diésel y esto es una señal de lo que pueden estar pasando empresas más pequeñas.
Según cifras de El Financiero, Ferromex ha gastado 10 por ciento más en la compra de este combustible en los primeros nueve meses del año, en comparación con el mismo periodo del año anterior, para ubicarse 3 mil 717 millones de pesos.
Mientras que KCSM ha aumentado el gasto en combustible un 26 por ciento, esto derivado de que el diésel ha tenido un aumento del 20.3 por ciento en México en lo que va del año, lo que impacta en todas las operaciones de estas empresas.
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Daños a la economía familiar
Por otra parte, el Gas LP es otro de los combustibles que ha aumentado su precio de manera considerable y ha sido el culpable en parte, de que la inflación se ubique en por arriba del 6.5 por ciento, ya que según cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), en lo que va del año ha aumentado su precio en promedio en todo el país en 41.6 por ciento.
Aunado a la liberalización del precio de las gasolinas, esto ha tenido un impacto directo en las finanzas familiares de millones de mexicanos, ya que los productos básicos siguen aumentando su costo y algunas frutas y verduras se han vuelto prácticamente inalcanzables.
Esto es producto del alza de los combustibles, ya que como comenta “el costo del diésel es una parte significativa”, pero agrega que “el tema de los energéticos ha cobrado mucho peso este año”, lo que ha generado un ambiente de inestabilidad.
Así, “lo que podemos esperar es que las empresas transfieran estas alzas a los consumidores finales y que se abone a la inflación”, señaló el especialista.