¿Vives para trabajar o trabajas para vivir? Esta es una pregunta que miles de profesionales deberían hacerse en algún momento, pues los niveles de trabajo, que puede llegar a ser adictivo, se vuelven tan absorbentes como uno lo permita.
Ciudad de México.- En México, sólo tres de cada diez profesionistas tomaron vacaciones durante la temporada de fin de año, de los cuales la mitad fracasó en su intento de desconectarse por completo de sus responsabilidades en el empleo.
El portal de búsqueda de empleo en internet Trabajando.com realizó una encuesta que arrojó como resultado que el exceso de trabajo al que se someten los profesionistas es porque consideran que tienen muchas responsabilidades o porque son adictos al trabajo.
Aquellos que tienen una adicción y no logran desconectarse de sus labores, conocidos como workaholics, corren el riesgo de disminuir sus habilidades cognitivas y de concentración, así como de aumentar sus niveles de estrés.
El estudio reveló que para 54% de los entrevistados la tecnología no es el mejor aliado al momento de intentar desconectarse por completo del trabajo en las vacaciones, en tanto que para el restante 46% no representa ningún problema.
Así mismo, detectó que de aquellos que deciden disfrutar plenamente sus vacaciones, 37% apaga su teléfono celular o sólo contesta llamadas que no sean del trabajo, 35% no revisa su correo electrónico y 28% sale de la ciudad lo antes posible.
Para la Dirección Corporativa de Comunicación de Trabajando.com, las vacaciones son un periodo para salir de la rutina diaria, recuperarse del estrés laboral, compartir con la familia o hacer deporte, pero especialmente para descansar y relajarse.
Expone que la falta de descanso incide en la salud de las personas, pues de acuerdo con investigaciones de la Universidad de Kansas, las personas que descansan por lo menos cuatro días aumentan su creatividad en 50% y mejoran sus habilidades cognitivas.
De tal forma, las personas que toman vacaciones obtienen grandes beneficios que mejoran sus capacidades y destrezas.
No hay que olvidarse también de la vida entre vacaciones. Aunque se considera que cerca del 75% del día a día se dedica al trabajo, hay que ser muy congruentes y respetuosos con el tiempo que le dedicamos a la familia, a los amigos y a las cosas que nos gustan.
¿Quiéres saber si eres adicto al trabajo? Te invitamos a responder con sinceridad las siguientes preguntas. No es necesario un cuadro de respuestas, pues estas saltan a la vista:
1. ¿Sueles llevarte trabajo a casa? ¿Con qué frecuencia?
2. ¿Cuál es tu principal tema de conversación cuando no estás en el trabajo?
3. ¿Cuándo fue la última vez que tomaste vacaciones? ¿Qué hiciste en esos días?
4. ¿En qué sueles pensar antes de dormir?
5. ¿Convives regularmente con familiares y amigos? ¿Cultivas algún hobbie?
6. ¿Piensas que la jubilacion será la etapa en la que por fin disfrutarás de la vida?
Vale la pena reflexionar en esto, la vida se nos puede ir en ello. La llamada “cultura del esfuerzo” nos ha llevado a tomar el trabajo duro como una virtud. Sin embargo, tampoco se trata de esperar a las vacaciones -o incluso al retiro- para “comenzar a vivir”, pues entonces estamos dedicando más de lo que debemos a una actividad que –justamente- sólo debería ser una más en nuestras vidas. Es importante buscar un balance, y aprender a disfrutar de los pequeños placeres y alegrías de los que podemos disponer diariamente.
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