En México se tenían 5.5 millones de personas de 15 años y más, ocupadas en las actividades agrícolas. De este número, 56% corresponde a personas agricultoras y 44% a trabajadoras agrícolas de apoyo (peones jornaleros).
Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo de México, tiene por delante una tarea difícil. No sólo la seguridad, una de los principales reclamos de los mexicanos, es uno de los principales temas a resolver; el tema económico también es una exigencia.
En este sector, Obrador y su equipo han sido muy enfáticos: revitalizar el campo es uno de los principales objetivos para echar a andar la economía.
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En ese sentido, este fin de semana, el presidente de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social (Unimoss), consideró positiva la conciliación que propone el presidente electo y, a través de un comunicado, le pidió realizar acciones coordinadas con las organizaciones campesinas para hacer frente a las condiciones del campo, la migración, la aplicación de la justicia social y el financiamiento rural.
Para el dirigente, las acciones a favor del campo implicarían instaurar un Sistema Nacional de Financiamiento y cambios en la Reforma Agraria para que se ubique al agricultor en el plano competitivo de alimentos básicos para frenar las importaciones.
Macías consideró que una reunión con diversas organizaciones sociales, agrarias y de productores agrícolas, pecuarios y de minería social tiene la misma relevancia que hacerlo con las cúpulas empresariales del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), pues son los que producen alimentos para el consumo nacional.
Y es que de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México se tenían 5.5 millones de personas, de 15 años y más, ocupadas en las actividades agrícolas. De este número, 56 por ciento corresponde a personas agricultoras y 44 por ciento a trabajadoras agrícolas de apoyo (peones jornaleros), de las cuales 45.2 por ciento tiene entre 15 y 29 años, y 15 de cada 100 son mujeres.
También precisó que 25.7 por ciento gana hasta un salario mínimo; 33.5 por ciento más de uno y hasta dos salarios mínimos; 8.2 por ciento más de dos o hasta más de cinco salarios mínimos, 32.6 por ciento no recibe ninguna retribución. De igual forma, se cree que 68 de cada 100 personas trabajadoras agrícolas de apoyo son subordinadas y remuneradas y 32 son trabajadoras no remuneradas.
El líder agrario también señaló que, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la agricultura es uno de los tres sectores más peligrosos respecto a fallecimientos relacionados con el trabajo, accidentes no mortales y enfermedades profesionales.
Al respecto, el dirigente señaló que niñas, niños y adolescentes son víctimas de estos males en proporciones mayores que las personas adultas.