Apenas comenzamos a despertar de la pesadilla para darnos cuenta de una realidad que ha impactado a muchos sectores de sociedad, desde los derrumbes y miles de damnificados, hasta las pérdida económicas que se han acumulado a partir del 19 de septiembre pasado, pero los analistas prevén que efectos del sismo en la economía sean relativamente bajos a pesar de que muchas familias aún no recuperan lo más mínimo para su bienestar.
Ciudad de México.- México está entrando en una etapa de reconstrucción, de ayudar a los damnificados y de tratar de retomar el ritmo productivo en todos los ámbitos de la sociedad, sin embargo para la mayoría de las personas que perdieron su patrimonio o incluso a seres queridos la recuperación será muy dolorosa, pero a nivel general los analistas prevén que efectos del sismo en economía sean relativamente bajos.
De acuerdo al Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), los efectos de sismo no serán “prácticamente nulos en el crecimiento para todo 2017”, sin embargo si representan cambios en la conformación de la economía familiar que pueden ser importantes para los bolsillos de las personas, al menos en el corto plazo.
El principal punto es la actividad económica en las zonas afectadas, que pueden reducir las fuentes de empleo, de ingresos e impactar negativamente en el consumo interno, ya que según cifras de la Encuesta Sobre las Afectaciones de los sismos de septiembre del 2017 que retoma Notimex, los estados más dañados tienen una fuerte actividad comercial y de servicios.
En este documento que elaboró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI),señala que “en las ocho entidades más afectadas, que representan 35.3 por ciento del PIB del país, se concentran 2.3 millones de establecimientos económicos, de los cuales 16.1 por ciento tuvo alguna afectación proveniente de los sismos”.
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Ayuda a damnificados y reconstrucción de zonas afectadas
Pero a pesar de esto, los analistas prevén que efectos del sismo en la economía sean relativamente bajos ya que se han creado mecanismos de ayuda para los damnificados que pueden ser un puente muy sólido para superar esta emergencia de forma positiva.
En este sentido, el CEESP considera que las aportaciones de la sociedad civil y de la iniciativa privada son claves para reducir el impacto de los sismos en la economía nacional.
“Los recursos provenientes de donaciones privadas y presupuesto público contribuirán a aminorar los efectos en los hogares complementando su ingreso disponible, que es a final de cuentas el principal motor del consumo, por lo que es factible que la actividad económica reporte un mayor impulso en el último trimestre del año”, dijo el organismo privado.
Lo mismo en cuanto a lo positivo que puede resultar el proceso de reconstrucción en las zonas dañadas, ya que esto puede generar una dinámica positiva en esta actividad productiva, creando empleos temporales y mayor demanda de materiales y mano de obra.
Así, el CEESP afirmó que “la construcción tiene una importante incidencia en diversas ramas productivas y es una importante generadora de empleos, lo cual puede reflejarse en un mayor consumo, empleos y la posibilidad de que el efecto neto sobre el PIB sea ligeramente positivo”.