Terminó la cuarta ronda y cada uno de los negociadores del TLCAN se fue a su esquina para planear la estrategia con la que enfrentará el quinto round de la pelea por el libre comercio en la que “ganar, ganar, ganar”, está en la mira de todos. ¿Quién ganará?
Ciudad de México.- Tal vez cuando Donald Trump decidió apretar el botón de alerta comercial y llevar a revisión la normatividad del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con la intención de condicionar el comercio con sus vecinos empecinado en reducir el déficit de su país, pensó que sería más fácil y que México y Canadá cederían a sus “caprichos”.
Pero, al cierre de la cuarta ronda de negociación el frente estadounidense se ha dado cuenta que las cosas no son tan sencillas y que sus vecinos del norte e incluso el del sur, no están dispuestos a sacrificar beneficios para sus mercados para cumplir con sus condiciones.
Con un estimado de siete rondas de negociación, México, Canadá y Estados Unidos buscan conformar un documento que dé vida al TLCAN 2.0, pero al cierre de la cuarta ronda las cosas parecen pintar un panorama complicado y cada vez se está más cerca de una derogación del acuerdo que de una modernización.
México prepara su estrategia para el quinto round
Para defenderse de los golpes en contra de la industria automotriz, la libre exportación de productos agropecuarios, compras del gobierno y la vigencia del acuerdo que quiere imponer Estados Unidos con la cláusula “sunset”, México deberá responder con soluciones y preparar su estrategia con habilidad y contundencia.
“La estrategia de Estados Unidos ha sido fijar propuestas agresivas, que rebasan los límites para ampliar los rangos de negociación; no para romper, sino para obtener el mayor beneficio posible”, refiere la síntesis de un día de la cuarta ronda elaborada por el sector privado cercano a la negociación.
El encargado de liderar al equipo mexicano, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, ha reconocido que si bien no va a ser un reto fácil o irrelevante, México está dispuesto a buscar alternativas.
Por su parte, el sector privado, que asesora al gobierno mexicano en la negociación en el llamado Cuarto de Junto, ya se aplica en mesas de trabajo para encontrar soluciones creativas a las propuestas estadounidenses, que vayan de regreso a la delegación mexicana en las mesas de negociación, según dijo Moisés Kalach, director del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales.
Posibles alternativas de México en la quinta ronda
Existen algunas alternativas lógicas que podrían hacer frente a las exigencias de Estados Unidos. Por ejemplo, ante el objetivo de Estados Unidos de subir el porcentaje de las partes de un vehículo fabricado en la región para que gocen de libre arancel de 62.5 a 85%, México puede ofrecer un porcentaje menor, pero considerable, acompañado de un calendario que establezca un incremento gradual, destacó Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial.
Por su parte, Manuel Díaz, presidente de Grupo Ei Comercio Exterior, y ex presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Comercio Exterior (Imece), comentó que elevar las reglas de origen en el sector automotriz, puede generar beneficios, porque bajo esta condición a largo y mediano plazos México tendrá que desarrollar proveedores, y generar un clima propicio para las inversiones.
Sobre la cláusula “sunset” con la que Estados Unidos quiere limitar la vigencia del TLCAN 2.0 a cinco años, Díaz consideró que en vez de establecer que termine, se puede apelar por una revisión quinquenal, pero para renovarlo y así generar condiciones que den certeza a la inversión.
Para las compras de gobierno, Estados Unidos propone que por cada dólar de compra del sector público de México y Canadá, otorgará a estos países un dólar de compra pública, es decir, un esquema dólar por dólar. La propuesta ha sido considerada como “impasse” considerando las diferencias en materia de población y económica entre las tres naciones.
Mientras la Ciudad de México se alista para recibir a los negociadores del TLCAN del 11 al 17 de noviembre, los mercados se mantienen atentos a las declaraciones que se puedan develar. El mercado mexicano ha sufrido de la incertidumbre y el peso registra de nueva cuenta una caída frente al dólar estadounidense.