Alta inflación impulsada por el incremento de precios a la gasolina, la debilidad del peso y la modificación de política monetaria de la Fed, llevarían a Banxico a incrementar su tasa hasta en 200 puntos.
Ciudad de México – La política monetaria en México podrías sufrir modificaciones violentas en 2017 ante las presiones macroeconómicas que ejercen los altos niveles de inflación, derivado por la liberación en el precio de los combustibles, aunado a la debilidad del peso frente al dólar por los choques externos y las políticas de Donald Trump en materia de comercio e inmigración, además de la reacción de la Reserva Federal a las políticas proteccionistas del presidente estadounidense.
Estos factores fueron marcados por especialistas como los riesgos para la economía mexicana, por lo que el Banco de México se vería orillado a aumentar su tasa de interés, la cual podría registrarse hasta 200 puntos por arriba del nivel actual.
Gabriel Casillas. analistas en jefe de Banorte-Ixe, señaló que ante el panorama que se presenta con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, Banxico se vería obligado a elevar su tasa de referencia 200 puntos base en 2017, después de haber estimado un aumento de 150 puntos.
De acuerdo a datos citados por El Financiero, Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercado de Finamex Casa de Bolsa, también se inclina por la idea de que el banco central modificará su política monetaria con mayores alzas en las tasas de interés, estimando que en este año podría fijarse en 7.5 por ciento.
Por su parte, Alberto Ramos, economista senior de Goldman Sach, indicó que los recientes datos inflacionarios revelados por INEGI para la primera quincena de enero, en donde se alcanzó un ritmo de crecimiento en el Índice de Precios al Consumidor mayor en 18 años, podrías justificar que Banxico incrementara su tasa objetivo en 50 puntos más el próximo 9 de febrero.
La Reserva Federal ha indicado que las políticas que Donald Trump pretende implementar para la economía estadounidense, podrían no ser tan benéficas en este momento, por lo que un incremento en las tasa de empleo podrían derivar en mayor consumo y esto reacción con mayores niveles inflacionarios; obligando a la Reserva a incrementar sus tasas de interés para contrarrestar riesgos.