La economía mexicana se acelerará en los siguientes trimestres ante una mejora en Estados Unidos y una expansión del gasto público.
Ciudad de México.- Las reformas estructurales podrían empezar a rendir sus primeros resultados en 2015, “por lo que estamos aumentando nuestro pronóstico de crecimiento de 3 a 3.5 por ciento para el siguiente año”, señaló sostuvo Carlos Serrano Herrera, economista en Jefe de BBVA Bancomer.
Sostuvo que la economía mexicana se acelerará en los siguientes trimestres ante una mejora en Estados Unidos y una expansión del gasto público, que fluye de manera oportuna, eficiente y en mayor monto.
En rueda de prensa, el especialista del grupo financiero BBVA Bancomer sostuvo que los datos recientes sugieren que los factores principales detrás del escenario de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) han comenzado a materializarse.
Por una parte, dijo, la demanda externa de productos mexicanos se ha fortalecido y por otra, la política fiscal se ha tornado expansiva. Así, las exportaciones de mercancías hacia Estados Unidos se han acelerado y mantienen un crecimiento anual en abril de 8.5 por ciento.
Adicionalmente, la economía americana se está acelerando en el segundo trimestre, en particular los datos de empleo y de pedidos manufactureros del mes de abril resultaron mayores a lo que esperaba el mercado, con lo cual, la demanda de productos mexicanos debería acelerarse a partir del segundo trimestre.
En cuanto al gasto público, éste creció de forma acumulada entre enero y marzo a una tasa anual de 17 por ciento, con sus mayores aumentos en gastos de capital y transferencias, destacó Serrano Herrera.
Subrayó que es clave que las leyes secundarias que se aprueben, promuevan el cumplimiento efectivo de los objetivos de la agenda de reformas, y que su implementación sea eficaz. Si esto ocurre, estimamos que la economía mexicana alcance un crecimiento por arriba del 4.0 por ciento de manera sostenida.
Estimó que la inversión que pudiera generar una implementación eficaz de la reforma energética sería favorable para la creación de empleo formal, reduciendo en el mediano plazo el tamaño del empleo que labora en el sector informal de la economía, yendo del 27 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) hasta un 24 por ciento.
Estas reducciones implicarían que la entrada de trabajadores a la economía informal se reduzca considerablemente, en torno a 100 mil personas año, y que la creación de empleo formal aumente de manera adicional a la creación histórica en alrededor de 200 mil anualmente, anotó.
Con información de Notimex