Bonos verdes en México y la urgencia por medidas contra el cambio climático
El hambre de los inversionistas por colocar sus capitales en proyectos relacionados con el clima surgió en el Banco Mundial en 2007. Ahora, más de diez años después, los bonos verdes en México empiezan a ser un rumor que toma cada vez más fuerza.
Los bonos son, básicamente, un acuerdo en virtud del cual los emisores toman en préstamo fondos de inversionistas y deben reembolsar dichos fondos a una tasa convenida al cabo de un plazo especificado. Gobiernos, empresas y muchas otras entidades emiten bonos para obtener financiamiento para proyectos.
Si bien, los bonos no es una novedad para la Secretaría de Hacienda, la emisión de bonos verdes en México se convertiría en un acontecimiento histórico que cambiaría, al igual que lo hizo en el Banco Mundial en 2008, la manera en que los inversionistas, los expertos en desarrollo, los responsables de la formulación de políticas y los científicos; trabajen en conjunto.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) empezó a considerar la necesidad de crear bonos verdes y en mayo de 2019 dejó entrever su intención de emitir este tipo de instrumentos de inversión
“Vemos claramente que hay una gran demanda de este tipo de activos y actualmente el gobierno está laborando en ello, está trabajando en el marco de las condiciones para para que esto suceda”, declaró a inversionistas José de Luna, director de Crédito Público.
“Sabemos que a los inversores les importa cómo se gasta su dinero y, ciertamente, queremos mostrar cómo se gasta, y actualmente tenemos muchos proyectos verdes que no están certificados, pero son proyectos ecológicos muy grandes, es solo que nadie los ha certificado, pero este es precisamente el trabajo que estamos haciendo”, añadió.
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Los retos de los bonos verdes en México
Si bien los inversionistas de mercados ambientales aplauden la intención de Hacienda por emitir este tipo de bonos, México se enfrenta a la falta de políticas medioambientales y la escasez de proyectos verdes.
Para Luis Aguirre, fundador y director de Green Momentum, uno de los retos de los bonos verdes soberanos a nivel mundial es transmitir el mensaje de que el capital extranjero que entre al país ayudará a crear un mercado coordinado de sustentabilidad.
El empresario estima que en el caso mexicano el riesgo es que este instrumento sea utilizado para levantar fondos con la intención de desarrollar proyectos que en realidad son responsabilidad del gobierno, pero esto también contribuiría a disminuir el atractivo de la inversión.
Por su parte, Oscar Ugarteche, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, señaló que los proyectos objetivo que serán revisados por los inversionistas, deberían ser adjuntados en los contratos de emisión, para impulsar el interés de los capitalistas.
Eduardo Piquero, director de México CO2, plataforma de mercados ambientales de Grupo Bolsa Mexicana de Valores (BMV), consideró que si bien la principal barrera que tiene Hacienda para emitir el bono verde es en relación a identificar los proyectos de inversión durante los próximos cinco años, las condiciones de mercado y de tasas de interés están dadas para lanzar la emisión.
“Sería una gran noticia la emisión de un bono verde soberano porque significa que el país se encuentra respaldando el tránsito hacia una economía más limpia, y esto no solo quiere decir limpieza desde el punto de vista ecológico, sino que el país tendría una visión de largo plazo, hoy lo que vemos es que les va bien a las grandes empresas que cotizan en bolsa y tiene planes de largo plazo”, sostuvo el inversionista, citado por El Financiero.