Ya comenzamos a ver los efectos negativos del furor de consumo vivido en diciembre; además, la “cruda financiera” de este 2014 se vuelve más difícil de superar con el alza a los precios de la canasta básica derivada de los nuevos impuestos, así como los ya acostumbrados “gasolinazos” y los nuevos esquemas de recaudación fiscal. En El Semanario sin límites, le damos algunos consejos para superar del mejor modo posible esta difícil etapa.
Ciudad de México.- La cuesta de enero en 2014 será más difícil y empinada que las de años pasados para muchas familias mexicanas, pues no sólo se enfrentan al “bajón” habitual de principio de año seguido tras el furor navideño en el que suelen gastar de más y dejar a tope las tarjetas, sino que además tendrán que lidiar con el incremento de los precios de varios artículos de la canasta básica –derivados de los nuevos impuestos-, así como con los gasolinazos y las nuevas medidas de recaudación fiscal.
Según la reparadora de crédito Resuelve tu Deuda, las principales causas por las que los ciudadanos se ven envueltos en la crisis de enero son las siguientes:
1. El abuso de las compras a meses sin intereses.
2. La utilización de crédito en las celebraciones de Navidad y Año Nuevo.
3. El uso del aguinaldo y bonos en el gasto corriente, en vez de liquidar deudas.
El co-director general de esta empresa Juan Pablo Zorrilla nos explica que para quien preparó con anticipación su presupuesto y planeó sus gastos, enero solo será bastante más caro que en años anteriores, pero que para alguien que comienza 2014 dedicando más del 25% de sus ingresos a pagar deudas, será muy probable caer en un severo problema de sobre-endeudamiento, que si no se resuelve pronto lo llevará a tener dificultades económicas todo el año.
Si usted pertenece al segundo grupo, algunas recomendaciones que puede seguir para salir bien librado de la situación son las siguientes:
Actuar cuanto antes.
Es muy importante no dejarnos abrumar por el problema, sino recobrar la calma y pensar, ya sea sólo o con la ayuda de un experto, cómo es que podemos hacer para salir de deudas en el menor tiempo posible. Seguramente implicará ciertos sacrificios, pero mientras más rápido pase, mejor.
Determinar el tamaño del problema.
Es recomendable hacer un concentrado con todos los estados de cuenta y sumar todas las deudas para tener un panorama más claro del tamaño de nuestros problemas financieros. No hay que olvidar que, aunque una compra se haya hecho a meses sin intereses, igualmente representa una deuda que debe ser contemplada en tiempo real.
Definir nuestras capacidades.
Para hacer esto podemos comenzar creando un presupuesto, en el que tomemos en cuenta lo que tenemos ahorrado, los ingresos que esperamos recibir y restemos los gastos corrientes que tendremos que realizar –sin olvidar incluir las compras a meses sin intereses-.
El resultado de esta operación significará nuestra capacidad de pago, es decir, la cantidad de la que podremos disponer para pagar nuestras deudas, y como mencionábamos arriba, cuanto antes, mejor.
En el siguiente link, se puede acceder a una útil herramienta para el cálculo del presupuesto y el gasto:
http://www.resuelvetudeuda.com/calcula-tu-presupuesto/
Crear un plan de acción.
A veces tratar de liquidar todas las deudas al mismo tiempo puede resultar muy arriesgado, pues si algo sale del plan trazado –algún accidente o imprevisto- sería catastrófico y acabaríamos más endeudados aún. Lo mejor es definir cuál o cuáles deudas son las más “caras” –es decir, las que cobran mayores intereses- y liquidarlas cuanto antes, mientras se van pagando sólo los mínimos de las más “baratas”.
Si tenemos algo ahorrado, no hay que dudar en usarlo; estar sobre-endeudado también es una emergencia.
Tratar de pagar más del mínimo.
Pagar 1.2 veces el mínimo incrementará la efectividad de nuestros pagos, al no dejar que los intereses avancen, y al mismo tiempo, reducir la deuda aunque sea un poco.
Tener sumo cuidado con los meses sin intereses.
Es muy fácil relajarse y olvidar que se tiene este tipo de deuda, que en la hora de la verdad –es decir, en la fecha de vencimiento- puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza, por lo que es muy importante no caer en atrasos.
Como vemos, salir de la cuesta de enero –y lograr que no se extienda a febrero, marzo, abril…- es una cuestión de templanza y disciplina, que no debemos dejar de lado si queremos recobrar la tranquilidad y concentrarnos en nuestros propósitos para este 2014 que apenas va comenzando.
El Semanario sin límites.