Dicen que la primera impresión es fundamental, sobre todo en una entrevista de trabajo, en donde se tiene muy poco tiempo para actuar.
Y todo pasas tan rápido que en 30 segundos puedes ser un candidato para el puesto o perder el trabajo de tus sueños.
“Una vez que entras en la sala, tan solo dispones de 30 segundos para generar una primera impresión positiva”, escribió el reclutador Adam Seabrook.

¿Qué hay que hacer en ese medio minuto? Lo primero es mostrarte seguro, amable con las personas y decidido; incluso antes de entrar con el entrevistador.
Una vez adentro y de frente con la persona que decidirá sobre tu futuro laboral, se concreto en tus ideas, no divagues y mantendrás así la atención sobre ti.
Y si crees que ya pasaron los 30 segundos fatídicos, estás en un error, ya que lo que sigue es que seas capaz de demostrar con hechos y resultados, tu desempeño laboral.
“Algunas cosas buenas para tener a mano son cifras que puedas proporcionar sobre logros que conseguiste en puestos anteriores. Por ejemplo, el porcentaje de aumento de ventas”, recomienda la experta en reclutamiento, Valerie Cooper.
También tienes que asegurarte de saber precisamente de qué se trata el puesto, sus funciones y tener respuestas claras a estas preguntas.

Y finalmente, si se da la ocasión, utiliza tu sentido del humor de forma inteligente, con esto puedes romper la formalidad y relajar el ambiente.
Pero esto no le agrada a muchos entrevistadores, por lo que debes de analizar si es oportuno hacerlo.
Consejo práctico: no mientas ni improvises sobre tu experiencia laboral, esto siempre es contraproducente y además, deja un muy mal antecedente sobre ti, mejor se sincero y muestra tu lado más natural.
