Parece que los tiempos en que esta bebida que estaba destinada a las clases sociales más bajas del país ha quedado en el olvido, ya que actualmente los consumidores de tequila ahora son más refinados y buscan calidad premium en los productos que beben, por lo que este sector ha tenido un crecimiento sin igual en los últimos años.
Ciudad de México.- El tequila se ha convertido en un producto aspiracional para muchos sectores de la sociedad, ya que puede haber diferencias muy marcadas entre los que consumen las marcas tradicionales a los que toman las denominadas premium o ultra-premium, que son creaciones de ciertas empresas que tienen características muy especiales y sobre todo, su precio se eleva exponencialmente.
Y es que muy pocos pueden pagar más de 8 mil pesos por una botella de tequila y sin embrago, estos productos son muy demandados en todo el mundo, ya que representan una evolución interesante en la creación de bebidas únicas que solo los conocedores pueden disfrutar.
Así, “México es un mercado muy atractivo para las marcas de lujo, el consumidor nacional está más informado y busca adquirir marcas premium” con respecto a los tequilas que consume, explica Erik Seiersen, director general de Diageo México y Cuba.
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Calidad única y de manera exclusiva
Según explica El Financiero, los tequilas de los sectores premium y ultra premium se elaboran en cantidades muy pequeñas de menos de siete mil cajas y se embotella en envases de cristal grabados, con número de serie y añejamiento de al menos 5 años, lo que les da un toque único que muchas personas con posibilidades de poder pagar por ellos no dudan en adquirirlos.
Si bien estos precios están muy por encima de los tequilas reposados o los blancos tradicionales, “cada vez más los jóvenes se interesan por una bebida con más cuerpo y de mejor calidad”, dijo Horacio Núñez, director del segmento de centros de consumo en Iscam, lo que también ha generado que el auge de estos productos siga creciendo.
Con esto, el tequia ha tomado una dimensión mayor en el mundo de las bebidas alcohólicas y ahora puede competir por calidad y en precios, con el mejor whisky o coñac, algo que hace unas décadas era casi impensable.