Las redes sociales han motivado nuevas formas de fraudes, por lo que es importante saber reconocerlos y a su vez evitar caer en trampas que pueden parecer atractivas pero que al final resultan en la perdida de fuertes sumas.
Ciudad de México – Los fraudes financieros son acciones que una persona realiza para obtener un beneficio propio a costa de dañar la economía de otra, y un ejemplo de este tipo de engaño son las pirámides, cadenas de ahorro que ofrecen ganancias elevadas.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Codusef), existen varios tipos de “pirámides”, entre las que están la Flor de la abundancia, Células de Gratitud, Bolas Solidarias y Círculo de la Prosperidad, las cuales utilizan las redes sociales para sumar más personas.
El organismo explicó que el fraude de pirámides funciona de la siguiente manera: quien está en la punta de la pirámide o en el centro de la flor invita a dos personas, que a su vez, reclutan a otras dos y así sucesivamente.
La aportación económica que dan se entrega a quien está en la cima, y el resto de los involucrados va subiendo de nivel para llegar a la cúspide y así poder recibir el dinero.
“Sin embargo, llega un momento en que se vuelve insostenible, toda vez que es imposible seguir agregando eslabones indefinidamente, por lo que al romperse la cadena, quienes aportaron dinero ya no lo recuperan”, indicó la Condusef.
Por lo anterior, la Guía de la Condusef sobre “Fraudes Financieros”, publicada en su portal de Internet, recomienda a los usuarios de servicios financieros tener cuidado con este tipo de fraudes, pues la mayoría de defraudadores buscan conseguir información para conseguir provecho económico ilícito.
En 2016, el sector Bancos tuvo un total de cinco millones 297 mil 509 reclamaciones por posible fraude.