La falta de planeación estratégica complica la vida de las empresas ya que se descuidan aspectos fundamentales para la supervivencia y la posterior expansión comercial, pero antes de esto hay que cuidar el manejo de los recursos, la rentabilidad del negocio y crear modelos que fomenten la innovación y el desarrollo constante de las habilidades de los socios y empleados.
Ciudad de México.- Uno de los errores más comunes que comenten los nuevos empresarios están más relacionados con la falta de herramientas para el control de los recursos y metodologías adecuadas para que el funcionamiento sea correcto y se crezca de manera equilibrada, por lo que la falta de planeación estratégica complica la vida de las empresas.
Según un estudio realizado por la Universidad de Las Américas Puebla (UDLA), la planeación estratégica es en donde “se previene, se anticipa a situaciones que pueden llegar a afectar a las empresas, ya sea de forma positiva o negativa”, así como “buscar la forma de anticiparse a los cambios o los sucesos futuros, enfrentarlos y catalizarlos para bien”.
En pocas palabras, es una guía para saber cómo actuar en ciertas condiciones y sobre todo, contar con los recursos para hacer análisis precisos y reales para implementar medidas que ayuden a sacarle ventaja a situaciones específicas.
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De esta manera, según declaraciones a Notimex de Carlos Ocampo, fundador y director de la desarrolladora de negocios D31, “el diseño operativo y comercial de la empresa determinará en gran medida el éxito o no de su compañía”, esto debido a que en momentos de crisis o de presiones externas, se podrá tomar medidas adecuadas.
En este sentido, la falta de planeación estratégica complica la vida de las empresas, ya que se descuidan aspectos fundamentales como el control de los recursos económicos, control de márgenes, modelos de previsión y hasta estrategias de comunicación ya sea al interior o al exterior, lo que puede debilitar la imagen y la confiablidad de la marca de manera profunda.
Sin embargo, tal como lo señala Ocampo, en la mayoría de los empresarios primerizos, “les cuesta ser estratégicos, no tienen una planeación ni se fijan metas específicas para mantener una constante evaluación sobre el desempeño de su empresa”, lo que complicará inevitablemente su permanencia en el mercado.