Un débil crecimiento económico y un aumento en la deuda pública pintan un oscuro panorama para México, según estima proyecta la calificadora Fitch Ratinngs.
En un reporte especial para la economía mexicana, Fitch lanza advertencias sobre los riesgos que presenta la condición actual del país, mismos que podrían afectar de manera directa su calificación crediticia y que se ven maximizados por el entorno internacional alentado por las políticas proteccionistas del Donald Trump.
La convocatoria de Trump a revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el endurecimiento de Estados Unidos en sus medidas migratorias, las amenazas de la imposición de nuevos aranceles a las importaciones mexicanas y los altos niveles de volatilidad en el mercado financiero, llevan a Fitch a considerar que el crecimiento de México se podría mantener por debajo de la mediana de la categoría BBB; estimando que los efectos de las modificaciones a las políticas estadounidenses sobre México podrán ser medidas hasta que se den mayores detalles por parte de Casa Blanca.
En el análisis, se considera el aumento en el déficit de cuenta corriente en los últimos años y se mide los riesgos de un impacto negativo en las remesas y los flujos de comercio, ambas variables lideradas por la relación con Estados Unidos y que podría empeorar las condiciones de las cuentas externas y verse afectada la inversión extranjera directa.
Sobre la carga de deuda pública de México en 2016, la calificadora con sede en Nueva York estima que el 46% del producto interno bruto, es más alta que la mediana de BBBs, de alrededor de 40%, representando otro factor que ejerce presión adicional sobre el perfil crediticio del país.
“Un deterioro en los vínculos de México con EE. UU., que redujera sus perspectivas de crecimiento y/o debilitara su balance general externo, podría ser negativo para las calificaciones de México,” advirtió Fitch.
Sin embargo, alentó señalando que “Un mejor desempeño económico y una consolidación fiscal exitosa que mejorara la perspectiva de la trayectoria de la deuda púbica, así como un menor riesgo de interrupción de los flujos comerciales y financieros hacia México, ayudarán a estabilizar la Perspectiva de calificación.”