El anuncio de los impuestos de Estados Unidos al acero y aluminio presionan al gobierno y la industria mexicana, ya que por un lado el sector siderúrgico nacional exige la implementación de medidas similares, mientras que las autoridades ahora se encuentra en la encrucijada de tener que ceder en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a cambio de que nuestro país quede exento de estos gravámenes que impondrá la administración de Donald Trump.
Ciudad de México.- En una estrategia política para presionar el ámbito comercial, Estados Unidos ha conseguido que el mundo reaccione en contra de los nuevos impuestos sobre el aluminio y el acero que entran a la unión americana y además de esto, Donald Trump ha utilizado esta situación para presentarlos como moneda de cambio para presionar las negociaciones del TLCAN.
“Los impuestos en el acero y el aluminio serán retirados únicamente si un nuevo acuerdo es firmado”, señaló el presidente de los Estados Unidos con respecto a la posibilidad de exentar a México y Canadá de estos aranceles.
Al respecto, algunos actores de la industria relacionada al sector siderúrgico mexicano ya han levantado la voz para exigir que el gobierno mexicano aplique medidas similares en contra de Estados Unidos y de otros países que buscarán colocar sus productos en nuestro país de manera desleal.
ALMEXA, la división industrial de Grupo Vasconia, señaló que “México debe estar listo con medidas inmediatas para compensar los efectos en la industria nacional de una medida como la que puede ser anunciada”, en donde contempla la posibilidad de que se impongan estos impuestos a nuestro país.
Pero aún si Estados Unidos no impusiera los nuevos aranceles a los productos mexicanos, esta empresa considera la necesidad de imponer medidas urgentes “con el objeto de frenar el embate de importaciones ávidas de colocarse en terceros mercados ante el cierre del mercado en Estados Unidos, siendo México especialmente atractivo”, según un comunicado que retoma El Financiero.
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Estados Unidos se contradice con respecto a México
De esta manera, Trump puso a estos impuestos como moneda de cambio para presionar las negociaciones del acuerdo trilateral, cosa que ratificó Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, al señalar que “dado ese contexto, la opinión del presidente es: ¿por qué no intentamos resolver ambos en el TLCAN?”.
Sin embargo, Peter Navarro, asesor del gobierno estadounidense afirmó en una entrevista de televisión que no habrá “exclusiones de país”, esto con respecto a la posibilidad de que México y Canadá por ser socios comerciales de Estados Unidos pudieran de tener este beneficio, pero según este funcionario, esto es imposible dado que “tan pronto como se exenta a un país, entonces se tiene que exentar a otros”.
Así, el gobierno mexicano está bajo presión ante la necesidad de adoptar medidas para proteger al mercado nacional, mientras que desde Estados Unidos recibe mensajes confusos y amenazas que aumentan la incertidumbre en todos los sentidos.