El comienzo del 2018 ha sido complicado en materia económica, con un índice inflacionario de 6.77 por ciento y por consiguiente un alza de los alimentos, productos básicos y la merma del poder adquisitivo de las familias, por lo que esto complica aún más la cuesta de enero, pero las autoridades pronostican un descenso en estos indicadores en los primeros meses del año.
Ciudad de México.- Ir al mercado o al súper se ha convertido en una preocupación mayor para las amas de casa, que ven como su dinero les rinde poco, compran menos cosas y gasta más derivado de los altos precios de algunas frutas y verduras que son prácticamente impagables; aunado a esto, el precio de los combustibles sigue afectando los recursos familiares.
Una condición originada por diversos factores, como los fenómenos naturales que golpearon los campos de cultivo y en caso de los combustibles, por las modificaciones en el mercado nacional, la liberalización de los precios de las gasolinas y las variaciones internacionales en los costos de los combustibles.
Pero según el gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, si bien estos elementos propiciaron una de las inflaciones más altas de lo que va de este siglo, este mes las cosas comenzarán a mostrar un comportamiento diferente.
“Este mes la inflación empezará una inflexión a la baja decidida a partir del 6.77 por ciento registrado al cierre de 2017”, dijo el funcionario, quien aseguró que ya no se repetirán los incrementos que tuvieron lugar el año pasado en los precios de la energía, entre ellos los de las gasolinas y del gas LP.
Según declaraciones que retoma Notimex, Díaz de León aseguró que “en la medida en la que estos choques ya no estén presentes, la inflación va a comenzar a disminuir”, por lo que esperan que en el primer trimestre del año, el costo de la vida en México comience a mostrar una tendencia a la baja.
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Pronósticos de inflación para el 2018
Citibanamex coincide con la visión del gobernador del Banco de México en el sentido de que la inflación comenzará a reducirse en los primeros meses del año y pronostican que al fin de año, se ubique en un 4.1 por ciento.
“Este resultado es factible gracias a que los elementos que impulsaron la inflación se disiparían este año, como por ejemplo el incremento en los precios de la gasolina, los cuales esperamos se mantengan estables este año”, señaló la institución financiera en uno de sus análisis.
Por su parte, Bank of America Merrill Lynch (BofAML) tiene una proyección un poco más optimista para este año y considera que la inflación se ubicará en 3.6 ciento al cierre del año, desde 6.77 por ciento de diciembre pasado.
Pero a pesar de esto, Carlos Capistrán, economista en jefe para México de BofAML, aseguró que “sí hay una cuesta de enero que se prolongará a febrero y marzo, pues la alta inflación hace que el inicio de año se sienta muy difícil”.