Sin duda el ingenio de las mujeres emprendedoras para superar las dificultades es admirable, ya que operan con muy pocos apoyos, se enfrentan a la falta de igualdad en oportunidades y aparte tienen que cumplir con sus obligaciones en el hogar.
Ciudad de México.- Ellas son un motor de la economía nacional pero no disfrutan de la fama que tienen los hombres en el terreno empresarial, tampoco tienen acceso a financiamientos y apoyos económicos y todavía se enfrentan a una cultura de roles sociales rígidos donde se les considera menos capaces que los hombres.
Según cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en México tres de cada cinco pequeñas y medianas empresas que se abren están lideradas por mujeres y las emprendedoras aportan 37 por ciento al Producto Interno Bruto PIB) nacional.
A pesar de esto, las mujeres en México sólo representan el 16 por ciento del sector empresarial, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Pero su labor también tiene un impacto mayor en el entorno, ya que según la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (Ammje), ellas “destinan más del 70 por ciento de sus ganancias a la comunidad y a su familia, en tanto que los hombres sólo inyectan entre 30 y 40 por ciento de sus recursos para dichos fines”.
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Mucho más productivas que los hombres
Estas cifras indican que a pesar de todas las dificultades que enfrentan en el entorno emprendedor y a la condición propia de ser mujeres, ellas han logrado establecer mecanismos propios que les permiten ser eficientes, productivas y exitosas.
Según el estudio realizado por The Boston Consulting Group, las empresas fundadas por mujeres reciben menor financiamiento que las creadas por hombres, pero “generan más ingresos, con lo cual se duplica su rentabilidad”.
Este documento del cual retoma datos Notimex, afirma que “las startups financiadas por mujeres recibieron en promedio 45 por ciento menos inversión que las instituidas por hombres”, lo que confirma la falta de apoyos al sector femenino.
Sin embargo, los resultados son visiblemente superiores en cuestión de ganancias. Las empresas “de las féminas promediaron una ganancia de 78 centavos por cada dólar, mientras que las creadas por hombres sólo 31 centavos”.
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Mucho camino por recorrer
En general, las dificultades a las que se enfrentan las mujeres para ingresar plenamente al ámbito laboral son mayúsculas, ya que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), “las mujeres mexicanas se enfrentan a importantes obstáculos que les impiden participar plenamente en el mercado laboral y el entorno social limita sus posibilidades”.
Entre esto destaca “la carga del trabajo no remunerado (las mexicanas dedican 4 horas diarias más al trabajo no remunerado que los hombres); los tradicionales roles de género; y la carencia de políticas de conciliación entre trabajo y vida familiar”, dice la OCDE.
En el ámbito emprendedor, esto es aún más evidente, ya que a la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), en México solo el 11.2 por ciento de las mujeres adultas emprenden, mientras que en otros países de Latinoamérica como Perú, la cifra se eleva hasta el 29 por ciento.
Y según el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la mayoría de las emprendedoras son microempresarias del sector servicios, ya que este “tipo de negocios les representa pocas barreras en cuanto a requerimientos como escolaridad o capital”.
Además, este tipo de negocios “son más flexibles y les permite compatibilizar el trabajo extradoméstico con las actividades domésticas que siguen estando a su cargo”, dice este instituto, lo que ratifica las limitantes sociales y culturales que siguen imperando para las emprendedoras mexicanas.