Según estadísticas, en México el 85% de los jubilados no ha podido hacer realidad al menos uno de los deseos o aspiraciones que tenían para el retiro. Por eso, estas son los consejos para cumplir tus metas al jubilarte.
Ciudad de México.-Muchas personas en edad laboral añoran que en su jubilación puedan pasar más tiempo haciendo lo que quieren o pasar más tiempo con sus seres amados. Las cifras indican que el 51% desea pasar más tiempo con su familia, 46% planea tener más vacaciones, y 31% hacer trabajos de jardinería o mejoras a su casa. El 35% pretende aprender una nueva habilidad o desempeñarse en un nuevo pasatiempo, y el 18% planea hacer labores de voluntariado o beneficencia.
Sin embargo, otros planifican continuar laborando tras su retiro. El 45% tiene la expectativa de empezar un nuevo negocio, y el 34% espera seguir trabajando de alguna manera.
Según datos del la encuesta nacional de empleo y seguridad social de 2013, sólo una cuarta parte de los adultos mayores se encuentran pensionados.
No así, sólo el 9.1% de las personas de edad avanzada llegan al retiro con los recursos suficientes para ser emprendedor. El 50.5% de ellos aún tiene que trabajar por cuenta propia, mientras que el 4.9% se emplea en trabajos sin remuneración.
El sistema de pensiones mexicano ha ido en deterioro en los últimos años, pero se estima que para 2050 la presión sobre las finanzas públicas será más fuerte.
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Quienes hoy tienen entre 25 o 35 años serán adultos mayores en 2050, y para entonces habrá 13 mexicanos en edad de recibir una pensión por cada 10 jóvenes laboralmente activos que aporten al sistema.
De acuerdo con una encuesta realizada por HSBC, el 85% de los jubilados no han podido hacer realidad al menos uno de los deseos o aspiraciones que tenían para el retiro, por ello, a continuación te dejamos algunos consejos que te ayudarán a enfrentar de mejor manera la jubilación.
La pensión no se construye de la nada, sino que crece con un ahorro mensual. Cada vez que tenemos periodos desempleados o años sabáticos, se crean lagunas en nuestros ingresos que a la larga terminarán afectándonos en nuestra jubilación.
Por esto, es importante desarrollar el hábito del ahorro.
Comienza por juntar una suma que cubra unos tres meses de tus gastos básicos y guardarla en un lugar seguro, como una cuenta de ahorros o un fondo del mercado monetario, pues aunque no consigas un gran rendimiento, la idea no es poner en riesgo tu dinero, sino asegurarlo sin importar la suerte que corran los mercados financieros en el futuro.
Monitorear siempre sus fondos es un simple ejercicio que te permitirá estar informado de lo que sucede con tus recaudaciones. Mantente al pendiente de tu afore y, de ser posible, trata de cotizar en la que ofrezca mayores rendimientos tan pronto como puedas.
Por otro lado, si piensas acrecentar tu patrimonio es mejor hacerlo antes de dejar tu empleo. Solicitar un crédito hipotecario es más difícil sin un sueldo. No importa lo pequeño que sea o lo largo del plazo, los prestamistas quieren ver que tienes un ingreso.
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No será sostenible financiar 30 años de pensiones si sólo cotizas durante 16 años de tu vida laboral el 10% de tu ingreso, por esto es importante ahorrar más mensualmente y por más años.
Realiza una lista de actividades deseadas. A lo largo de la vida laboral se van formulando metas para nuestro retiro, pero por obvias razones al llegar al momento de la jubilación podrían haberse olvidado.
Cuando llegue la jubilación podrás ocuparte de tus gustos e intereses por tiempo completo, así que es importante no perder de vista los planes que nos vamos planteando para el momento en que dispongamos por completo de nuestra propia atención.
Incluso si en tus planes está el emprender un proyecto, es importante planificar los ingresos que necesitarás para realizarlo.
Otro consejo importante es cultivar relaciones sociales. Procurar amistades duraderas es imprescindible, no sólo para el retiro, sino para una llegar a la vejez feliz y alejado de la soledad.
Cuando te retires, todavía necesitarás a personas en tu vida, pero puede que no sean con las que colaboraste en la empresa, pues a pesar de que gran parte de nuestra vida social se desarrolla en el lugar de trabajo, al dejar ejercer lo más natural es que esos lazos se rompan cuando ya no formes parte de la “familia” en la oficina, tus conexiones podrían desaparecer.
Antes de dejar atrás el cuidado de salud que otorga tu empleador, asegúrate de que estás bien con las fechas en todos los exámenes. Rellena todas tus prescripciones que ya no tendrán beneficios. Hazte un examen dental, revisa tu audición, realízate un examen de la visión y compra nuevos anteojos, en fin, aprovecha al máximo tu plan de seguro de salud antes de que lo pierdas.
Además, hay que otorgarle la importancia necesaria a la salud pero no estar constantemente enfocado en cada una de las dolencias que se padecen. Resulta más agradable cuidarse, realizar ejercicio físico acorde a sus capacidades y mantener un estilo de vida saludable, controlando la alimentación y manteniendo una correcta hidratación.