En México debido a una falta en la regulación para la venta de dosis médicas, estas se comercializan en presentaciones que no atienden la prescripción adecuada, provocando una sobreventa del medicamento y el desperdicio del fármaco.
Ciudad de México.- En el Distrito Federal el desperdicio de medicinas suma las 77.6 toneladas, al menos en la cifra arrojada por parte de la recolección que se ha llevado a cabo en tan solo 18 meses en la ciudad de México.
La Secretaría de Salud (Sedesa) capitalina, a través de la Agencia de Protección Sanitaria y en coordinación con el Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases de Medicamentos A.C. (Singrem), instalaron 708 contenedores de medicamentos caducos en Centros de Salud y Clínicas de Especialidades de la red de salud del GDF, así como en cadenas de farmacias y tiendas de autoservicio.
Las más de 77 toneladas de medicina recolectada colocaron a la ciudad de México al frente de una lista de 19 entidades en donde se lleva a cabo la recolección de fármacos.
Para el ingeniero Rogelio González García gerente operativo del Singrem, las más de 77 toneladas son apenas un ligero acercamiento a el total de desperdicio de medicinas que puede estar dándose en el Distrito Federal.
“Lo que procesamos es muy poco porque estamos en el orden de un 5% de lo que pudiera estar en el mercado, pero son cifras preliminares”, señala González.
“El problema de los medicamentos caducos es que una vez que han terminado su fecha o ciclo de vida, no pueden consumirse porque en el mejor de los casos, no van a surtir el efecto para el que están elaborados; al perder sus propiedades, los medicamentos como productos químicos pueden verse alterados en sus propiedades y si se alteran sus propiedades, podrían generar un impacto negativo en el consumidor. Siempre va a haber una indicación de la autoridad sanitaria que dice que en la fecha que se indica en la caducidad del producto, es la fecha en la que debe suspenderse su consumo, no hay tolerancia, ni un día menos, o de más”, advierte.
-¿Cuándo los consumidores se autorecetan están propiciando que se generen estas cantidades tan grandes de desperdicio farmacéutico?
-Desafortunadamente es una mala práctica que no hemos podido erradicar, nosotros queremos que la población modifique sus prácticas, lo primero es que un medicamento al cabo de su vida útil se convierte en un riesgo asociado a un mal manejo por consumo o simplemente porque no dudamos realmente si está caducado o lo que nos recetamos no es lo que necesita nuestro organismo.
“Todos hemos incurrido en la automedicación, a veces nos gusta recetar también, ‘lo que me hizo bien a mi, probablemente te haga bien a ti’, entonces nuestros medicamentos, a diferencia de otros países, a veces para un tratamiento o no son suficientes en la presentación, se tiene que adquirir otra presentación que no se consume completamente y se guarda, o bien la presentación rebasa la dosis y quedan sobrantes, entonces difícilmente nos deshacemos de los medicamentos cuando terminamos un tratamiento, no tenemos la cultura de que este medicamento ya acabó con su propósito entonces debo considerarlo como un residuo y como tal debo manejarlo. Hemos encontrado nosotros en nuestros muestreos de lo que hemos estado acopiando, medicamentos que vienen desde 1950, eso quiere decir que hay gente que ha conservado muchísimo esos medicamentos por alguna omisión, por olvido o simplemente por el hecho de que tenemos como parte de un tesoro, porque hay gente que considera que es parte de su patrimonio”, advierte.