Debido a las opciones de pago como depósitos bancarios que ofrecen diversos comercios a través de Internet, los usuarios no bancarizados no son ajenos a las compras web. La desconfianza, por su parte, es un sentimiento muy presente en los hábitos de consumo online.
Ciudad de México.- Comprar música, un libro a través de Amazon, ropa o una promoción irresistible para tomar unas vacaciones a un destino de playa o inclusive al extranjero, son parte del comportamiento de mexicanos que han encontrado a través de las compras online, un hábito de consumo aunque tiene sus bemoles, pues comprar por Internet, no significa que confían en esta plataforma de compra ni que siempre lo hagan con una tarjeta de crédito.
Las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) han modificado sustancialmente los hábitos de sus usuarios, revolucionado los canales habituales de compra.
En el caso puntual de México, el comercio a través de la red ha presentado un importante crecimiento durante los últimos años.
De hecho, 71 por ciento de los usuarios mexicanos de internet han comprado, en al menos una ocasión algún producto o servicio a través de la red, siendo los usuarios más jóvenes quienes muestran una mayor disposición a adquirir bienes mediante esta vía.
En cuanto a los dispositivos (de acuerdo a un estudio elaborado por The Competitive Intelligence Unit), 84 por ciento de estas compras se concreta a través de una computadora. Esta situación obedece a un sentimiento de desconfianza por parte de los consumidores, pues resulta común que quienes inician la compra a través de un Smartphone o Tableta prefieran concluirla directamente en su computadora.
Con la variedad de bienes adquiridos a través de internet, el monto de las compras muestra varianza importante. En promedio, los usuarios mexicanos de comercio electrónico gastan 905 pesos en cada compra.
Esta cifra, si bien pudiera parecer alta, es atribuible a que, como se mencionó en el párrafo anterior, una buena proporción de las compras corresponde a boletos para viajar y aparatos electrónicos. Pese a ello, es importante notar que más de la mitad de los usuarios gastan menos de 50 pesos en cada compra, lo cual se puede deber a un elevado volumen de canciones adquirido, cuyo costo en promedio es de 15 pesos.
Relativo a la frecuencia, una tercera parte de los usuarios que compran a través de la red lo hacen de manera esporádica, pues apenas y realizan alguna adquisición una vez al año. No obstante, dos de cada cinco usuarios podrían ser catalogados de intensivos, pues adquieren bienes en línea mínimo una vez al mes. Al respecto, la frecuencia de compra también varía de acuerdo al dispositivo a partir del cual se realiza la compra. Así, quienes acceden a través de celulares compran, en promedio, tres veces más frecuentemente que quienes realizan compras a través de computadoras personales.
Entre los principales bienes y servicios son boletos para viajar (29 por ciento), ropa/accesorios (23 por ciento), electrónicos (18 por ciento), música (17 por ciento) y boletos para eventos (15 por ciento), los que con mayor frecuencia, adquieren los mexicanos por vía electrónica.
Resulta relevante que día con día el número de bienes y servicios adquiridos a través de internet crece, pues actualmente también existe un marcado aumento en la preferencia por comprar videojuegos, (nueve por ciento), libros (siete por ciento), e, incluso, algunos cibernautas comienzan a realizar compras de supermercado a través de la red (uno por ciento).
En lo relacionado a los medios de pago, cerca de la mitad del importe de las compras realizadas por mexicanos en la red se cubre a través de una tarjeta de crédito y trece por ciento son cubiertas a través de tarjetas de débito. Destaca que, 42 por ciento de las compras son cubiertas a través de diversos mecanismos que no requieren, forzosamente, la utilización de una tarjeta de crédito, por ejemplo, dos de cada cinco usuarios paga sus compras mediante un depósito en sucursal, mientras que nueve por ciento recurre a tarjeta prepagadas. Lo anterior denota la diversificación de las opciones de pago, lo cual permite a la población no bancarizada del país acceder a la oferta de bienes y servicios que existe en la red.
The CIU asegura que debido a que la red se ha venido consolidando como un escaparate que los consumidores suelen considerar al momento de realizar una nueva adquisición, está permitiendo a las Pequeñas y Medianas Empresas ampliar sus canales de distribución, facilitando su crecimiento y permanencia en el mercado.