Una de las cosas que son más importantes en una entrevista de trabajo es la negociación del sueldo, por ello es importante no caer en estos errores a la hora de negociarlo.
“Un reclutador o empleador, en menor o mayor medida, estará dispuesto a negociar un salario cuando tiene la impresión de que aquel candidato resolverá problemas y cumplirá los objetivos de la organización”, explicó Víctor Argüelles, director general de Capital Ejecutivo, citado por Expansión.
Algo muy importante que también debes considerar desde un principio, es que te postulaste porque de entrada ya conoces lo que paga la empresa, en la mayoría de los casos, por lo que debes a lo que consideraste previamente, además de que debes notar si tu sueldo incluye prestaciones.
Con base en información de Acción Preferente, te presentamos los consejos que debes seguir para negociar tu sueldo en una entrevista de trabajo.
No estar preparado: es inminente que en algún momento el empleador te preguntará sobre cuánto deseas ganar, por lo que si te toman por sorpresa puede que pidas menos de lo que vales, así que considera cuál será tu respuesta con antelación.
Usar de base tus anteriores sueldos: no permitas que el empleador base tu nueva paga en los empleos anteriores que has tenido, enfócate en lo que quieres ganar ahora y en el por qué crees que lo vales.
Mentir: el rehusarte hablar de tus sueldos anteriores tampoco es indicativo de que debes mentir sobre los sueldos que tuviste; comúnmente los empleadores hablarán a los empleos que tuviste, ahí ellos sabrán lo que ganabas y que labores desempeñabas, por lo que mentir tampoco es una opción, ya que puede resultar en el retiro de la oferta inicial o incluso en que no te consideren para el empleo.
No verificar tu investigación: verifica la fuente de la que proviene la inflación que consultas sobre lo que debes pedir, ya que si no es un estudio o encuestas confiables puede que el salario que viste no sea el adecuado.
Rangos erróneos: si das un rango muy grande de lo que te gustaría ganar, puede que el empleador te ofrezca el mínimo de dicho rango, por ejemplo, si pediste un sueldo de entre 40 a 55 mil, harán que te puedan sólo dar los 40, ya que muchos únicamente consideran el mínimo que puedan pagar.
No ser serio: una persona simpática cae bien, pero un bromista es malo, sobre todo en una entrevista; si eres de los que hace muchas bromas, cuando el empleador te pregunte sobre tu sueldo, sabrá que lo que pides no es verdad, como en la fábula de “Pedro y el Lobo”.
Preocuparte por negociar: muchas personas consideran que si negocian cuánto será el sueldo, los empleadores lo tomen a mal y retiren su oferta, pero no es una realidad, ya que “los empleadores sensatos entienden que las personas negocian”.
No considerar otros factores además del sueldo: obviamente todos tienen un mínimo del cual no bajarán, pero es un error no considerar otras cosas además del sueldo. Una jubilación generosa o un seguro de salud complementario pueden significar que una parte menor de tu cheque vaya a ahorros o a gastos de salud.