Las estafas están a la orden del día y los riesgos de caer en una de ellas son cada vez más fáciles por la originalidad y veracidad con la que los delincuentes nos buscan envolver.
Le pasó a Javier y te puede pasar a ti.
Una mañana recibió el mensaje en su celular con la notificación de que se había realizado una compra con su tarjeta de crédito por la cantidad de 10 mil pesos y que si no reconocía la transacción respondiera el mensaje para cancelarla lo antes posible.
La sorpresa lo agarró en medio del tráfico rumbo a la oficina y a pesar de que le pareció un poco extraño su preocupación por terminar pagando un cargo que él no había realizado era mayor y estaba acostumbrado a que su banco le enviara por SMS confirmación de toda transacción. Finalmente decidió responder el mensaje, antes de que el semáforo cambiara a verde.
Poco antes de llegar a la oficina, recibió una llamada con un discurso tan profesional que no cabía duda de que se tratada de una operadora de su banco que le solicitó los datos personales para corroborar la información.
Al entrar al túnel del estacionamiento de la oficina, la señal se cortó y la llamada no logró ser completada.
Aún angustiado por esta situación, Javier llamó al teléfono que se encuentra al reverso de su tarjeta y solicitó la aclaración. Ahí fue cuando se dio cuenta que estaba a punto de ser víctima de una extorsión y robo de datos.
El fraude al que Javier estuvo expuesto es conocido como “vishing”, en el que los delincuentes usurpan la identidad del banco.
Ante la frecuencia de este tipo de fraudes, Mario Di Costanzo Armenta, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), explicó que al contestar el mensaje de texto el tarjetahabiente está estableciendo comunicación con los defraudadores, en ese momento ellos comienzan la puesta en escena para confundir y obtener datos personales, de tal manera, que la víctima no tenga duda de su identidad.
¿Qué se debe hacer?
Las autoridades recomiendan que los usuarios deben de estar conscientes de que los bancos no llaman a sus clientes solicitando información personal por correos electrónicos, mensajes de texto o algún otro medio para hacer aclaraciones.
Los bancos no solicitan responder a los correos o mensajes, por lo que esta es una de las señales de alerta.
Lo recomendable es comunicarse directamente al servicio de atención al cliente del banco o asistir a una sucursal para realizar aclaraciones.
Si se tiene activada la alerta de operaciones, por lo general se reciben mensajes en móvil y correo electrónico.
Cuida no ser víctimas de extorsión y pasa la voz.
Gracias por la advertencia
Gracias! Las ratas que madrugan y yo que no duermo
Estaré alerta gracias
PUDIERA LA CONDUSEF SUBIR A LAS REDES SOCIALES ESTA HISTORIA, PARA EVITAR MAS VICTIMAS DE ESTE FRAUDE.GRACIAS
En la familia tenemos un caso igual, aunque la condusef nos ha ayudado el banco se inconforma, llevamos ya casi dos años con el problema sin resolverse, es una cantidad importante para nosotros.