Pese a que el organismo internacional estima que el país crecerá cuando las reformas estructurales empiecen a dar resultados, para el corto plazo recortó las proyecciones de crecimiento para lo que resta del año.
México (elsemanario.com).- La economía mexicana no da signos claros de recuperación y la muestra está en un nuevo recorte a las proyecciones de crecimiento de su PIB para 2014 hecho por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo modificó su proyección de crecimiento para México a 2.4 por ciento para 2015 y a 3.0 por ciento para 2016, en medio de un periodo de desaceleración económica general en los mercados emergentes.
De acuerdo con el FMI, México reportará este año un crecimiento de 2.4 por ciento, reafirmando la idea de que no logra recuperarse y por debajo de los anunciados en abril pasado, cuando estimó un avance de 3 por ciento.
La misma tendencia sigue para las proyecciones del siguiente año, en las que el Fondo también rebajó su previsión de crecimiento de 3.3 a 3.0 por ciento, que proyectó en su reporte pasado.
Los factores que motivan dichos recortes por pate del FMI son los mismo que se han hecho presentes los recortes de este organismo y los hechos por las propias autoridades mexicanas (Banxico y Hacienda) y son: el debilitamiento de la actividad económica en Estados Unidos.
Sin embargo, no podemos perder de vista la inestabilidad financiera global y la aún persistente debilidad del petróleo.
A pesar de las predicciones, el FMI ve con buenos ojos la implementación de las reformas estructurales, ya que considera que éstas tendrán un impacto favorable para el repunte económico de México en el futuro. Esto, puntualiza el organismo, se verá potencializado por la revitalización de la economía de Estados Unidos.
Otro factor que va a contribuir desde la perspectiva del organismo internacional y, que desde la perspectiva interna no pareciera tan benéfica es que consideran que la “depreciación del peso en términos efectivos va a ayudar al sector de manufacturas”.
Una de las conclusiones que se destacan en el último reporte, es que se prevé una desaceleración más pronunciada en los países emergentes, motivada principalmente por el bajo precio de los commodities, condiciones financieras externas adversas y factores geopolíticos. A estos deberá poner atención México si quiere contrarrestar las proyecciones.
A nivel global, el FMI prevé un crecimiento de 3.3 por ciento, una cifra marginalmente más baja que la reportada en 2014. Para 2016, se espera que el crecimiento global alcance 3.8 por ciento. En tanto, pronostica que las economías desarrolladas tendrán un impulso positivo, mientras que los mercados emergentes mostrarán una ligera desaceleración.
Por I. Nava.