Afectado por factores internos y sobre todo por elementos de presión externos, el peso fue uno de los mayores perdedores en este sexenio que termina y su cotización en el mercado cambiario se fue en picada de manera significativa.
Ciudad de México.- Qué tiempos aquellos cuando el tipo de cambio era de 12 pesos por dólar, pero en realidad esto fue apenas hace seis años y en este periodo, la moneda nacional ha perdido 57 por ciento de su valor.
Esta situación ha sido tan dramática, que en la actualidad e la moneda nacional está mucho más cerca de los 21 pesos o en momentos de mucho nerviosismo, hasta los 22 por dólar, algo que sin duda afecta a la economía nacional y al bienestar de los consumidores.
Sobre todo porque culturalmente tenemos la referencia de que las devaluaciones de la moneda marcan la tendencia de una crisis económica generalizada, dado que a finales del Siglo XX, esto fue lo que marcó a las administraciones priístas de esa época.
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La debacle del peso
Así, cuando Enrique Peña Nieto tomó el poder el 1 de diciembre de 2012, el peso cotizaba en promedio en 12.90 por dólar y en el último día de su gobierno está en 20.39; una depreciación de al menos 57 por ciento en seis años.
Pero en los dos primeros años de la administración de Peña Nieto, el peso tuvo variaciones mínimas en su cotización que fluctuaba entre los 12.70 y 13.10 por dólar; incluso en mayo de 2013 se ubicó en 11.95 siendo este su precio más bajo.
En esos momentos del sexenio los planes del gobierno que está por terminar, tenían un impacto positivo en los mercados, dado que comenzaba la época de poner en marchas las reformas estructurales y con esto, una nueva etapa para el país.
Sin embargo para el 2105 comenzó la picada del peso y apenas iniciado ese año se disparó hasta 14.80. Desde ese momento no ha dejado de perder valor en los mercados cambiaros, llegando incluso a rebasar la barrera de los 22 pesos por dólar en enero de 2016, con la llegada de Trump al poder.
Los factores que impactaron al peso
Sin duda, a partir del 2015 hubo factores puntuales que se pueden relacionar con la caída en la cotización del peso en el mercado cambiario.
Por un lado las calificadoras modificaron la perspectiva para de la deuda de México de estable a negativa, lo mismo con la nota de Pemex, lo que generó que se resintiera esto en el peso.
Aunado a esto, los precios del petróleo a nivel mundial también se fueron en picada, otro factor que desestabilizó los mercados y golpeó a los países productores y exportadores, donde México tiene un papel importante.
“El sexenio inició lleno de expectativas generadas por las reformas estructurales, no obstante, factores internacionales como la caída del petróleo mostraron una dependencia energética” por lo que el peso y el mercado financiero fueron “muy castigado”, considera Carlos Ponce, socio fundador de SNX Consultores.
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Luego vino Donald Trump y sus amenazas directas para nuestro país y posterior a esto, las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que generaron un clima de tensión e incertidumbre que todavía se respira en el ambiente.
A nivel local, el sitio Bajo Palabra considera que “el peso fue afectado en 2014 por factores internos como la tensión que causaron en el país el incremento en los niveles de violencia y la reacción contra la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa”.
Pero luego de las elecciones y ya en etapa de transición, la moneda nacional resintió principalmente la decisión del nuevo gobierno de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), con lo que el peso rebasó nuevamente la barrero de los 20 por dólar.
Finalmente, James Salazar, analista de CIBanco, considera que “el escenario del peso para la gestión de Andrés Manuel López Obrador luce complicado” y además, “de existir más nerviosismo las cotizaciones podrían llegar hasta 22.50 pesos por billete verde”, concluye.
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