Luego de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenara investigar y detener a altos funcionarios de la FIFA, asegura que existen irregularidades en el pago de sobornos que suman los 150 millones de dólares. Adidas, la mayor marca que patrocina a la FIFA ya emitió un comunicado.
Ciudad de Nueva York (elsemanario).- El Grupo Adidas está ampliamente comprometido en crear una cultura que promueve los más altos estándares de ética, conformidad y esperamos lo mismo de nuestros socios.
Con esas palabras la marca alemana envió este miércoles una carta al portal Business Insider, en donde explica que de conformidad a las noticias dadas a conocer hoy, únicamente podemos animar a la FIFA a continuar estableciendo y siguiendo estándares de cumplimiento transparentes en todo lo que hacen.
“Adidas es la marca de futbol líder a nivel mundial y continuaremos apoyando al futbol en todos los niveles”, explicó la marca alemana en la carta enviada.
La declaración de Adidas se da luego de la acusación formal de 47 cargos que fue anunciada esta mañana en un tribunal federal en Brooklyn, Nueva York, con 14 acusados de crimen organizado, fraude electrónico y conspiración de lavado de dinero, entre otros delitos, la relación con la participación de los acusados es parte de un plan investigado por 24 años, para demostrar que se enriquecieron a través de la corrupción del fútbol internacional.
Los acusados en la demanda son funcionarios de alto rango de la FIFA, organización responsable de la regulación y la promoción del fútbol en todo el mundo, así como los principales funcionarios de otros órganos.
Jeffrey Webb y Jack Warner – los presidentes actual y anterior de la Concacaf, la confederación continental para América con sede en los Estados Unidos- se encuentran entre los dirigentes del fútbol acusados de delitos de extorsión y soborno. Los acusados también incluyen a dirigentes en Estados Unidos y ejecutivos de marketing deportivo de América del Sur, que presuntamente han pagado sistemáticamente y acordado pagar más de 150 millones de dólares en sobornos y comisiones ilegales, para obtener medios de comunicación y los derechos de comercialización lucrativos, para los torneos internacionales de fútbol.
Los cargos fueron anunciados por la procuradora General, Loretta E. Lynch; la fiscal federal del Distrito Este de Nueva York, Kelly T. Currie; James B. Comey, director del FBI; Richard Weber, jefe de la Investigación Servicio de Impuestos Internos-Penal (IRS-CI) y el agente especial a Cargo, Erick Martínez, de la Oficina Local de Los Ángeles del IRS-CI.
También esta mañana, las autoridades suizas en la ciudad de Zurich arrestaron a Jeffrey Webb, Eduardo Li, Julio Rocha, Costas Takkas, Eugenio Figueredo, Rafael Esquivel y José Maria Marin, a petición del gobierno de los Estados Unidos, al tiempo en que se emitió una orden de registro en la sede de la Concacaf en Miami, Florida.
“La acusación alega que la corrupción es rampante, sistémica y arraigada tanto en el extranjero y aquí en los Estados Unidos”, dijo la procuradora general Lynch.
De acuerdo al Departamento de Justicia estadounidense, la corrupción al interior de la FIFA “se extiende por al menos dos generaciones de dirigentes del fútbol que, presuntamente, han abusado de sus cargos de confianza para adquirir millones de dólares en sobornos y comisiones ilegales. Han perjudicado profundamente a una multitud de víctimas de las ligas juveniles y los países en desarrollo, que deberían beneficiarse de los ingresos generados por los derechos comerciales de estas organizaciones”.
“La acción de hoy deja claro que este Departamento de Justicia tiene la intención de poner fin a tales prácticas corruptas, para acabar con la mala conducta y para llevar a los malhechores a la justicia. Esperamos seguir trabajando con otros países en este esfuerzo”, continúa el comunicado publicado esta mañana por el Departamento de Justicia de EU.
El fiscal general Lynch extendió su agradecimiento a las autoridades del gobierno de Suiza, así como varios otros socios internacionales, por su ayuda “excepcional” en esta investigación.
“El anuncio de hoy debe enviar un mensaje de que ya es suficiente”, dijo el fiscal federal interino Currie.
“Después de décadas de lo que la acusación alega la corrupción descarada, el fútbol internacional organizado necesita un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para que sus instituciones de gobierno proporcionen la supervisión y el apoyo sincero de un deporte que es amado en todo el mundo y cada vez más aquí en los Estados Unidos”, dijo.
“Permítanme ser claro: esta acusación no es el último capítulo de nuestra investigación”, agregó.
“Los acusados fomentaron una cultura de la corrupción y la codicia que creó un campo de juego desigual para el deporte más importante del mundo”, dijo el director Comey.
De acuerdo al Departamento de Justicia, “pagos no revelados e ilegales y sobornos, se convirtieron en una forma de hacer negocios en la FIFA.
“Quiero felicitar a los investigadores y fiscales de todo el mundo que han seguido este caso con tanta diligencia, durante tantos años”, dijo Comey.
“Cuando los líderes de una organización recurren a engañar a los mismos miembros que se supone que representan, tienen que rendir cuentas”, dijo Weber.
“La corrupción, la evasión fiscal y lavado de dinero ciertamente no son las piedras angulares de cualquier negocio exitoso. Si usted lo llama fútbol, los aficionados, jugadores y patrocinadores de todo el mundo que aman este juego, no deberían preocuparse por los funcionarios que corrompen su deporte. Este caso no se trata de fútbol, se trata de la equidad y de seguir la ley”, agregó.
La FIFA está compuesta por 209 asociaciones miembros, cada una representa una nación o territorio determinado, incluyendo los Estados Unidos. La FIFA también reconoce seis confederaciones continentales, que ayudan en la administración del fútbol en diferentes regiones del mundo.
La acusación alega que de 1991 a la fecha, los acusados y sus cómplices corruptos, mediante la participación en diversas actividades criminales, incluyendo fraude, soborno y lavado de dinero, han sumado a dos generaciones de dirigentes del fútbol, que abusaron de sus cargos de confianza para obtener beneficios personales, con frecuencia a través de una alianza con los ejecutivos de marketing de marcas deportivas, que sin escrúpulos excluyen a los competidores y mantienen contratos muy lucrativos para sí mismos, mediante el pago sistemático de sobornos y comisiones ilegales. En total, los dirigentes del fútbol están acusados de conspirar para solicitar y recibir más de 150 millones de dólares en sobornos y comisiones ilegales, a cambio de su apoyo oficial a los ejecutivos de marketing de marcas deportivas, que accedieron a hacer los pagos ilegales.