Esta pregunta seguramente no tiene una respuesta única ni exacta, la realidad indica que son dos talentos o habilidades que tienen las personas y que no necesariamente crecen al lado una de otra, sino que cada ser humano las va formando a partir de ciertas condiciones propias, por lo que saber qué es mejor en los negocios si ser instintivos o completamente racionales, depende mucho de tu personalidad.
Ciudad de México.- Tanto el instinto como el análisis profundo basado en evidencia objetiva tienen sus puntos favorables y sus riesgos, pero el secreto radica en tener un poco de ambos, combinarlos y tomar decisiones responsables a veces arriesgadas y otras muy precisas.
El problema racial en el hecho de que las personas que solo tienen un “instinto muy avanzado”, pueden cometer errores costosos y lo más grave es que no tienen elementos que les dé una certeza de corregir el rumbo, salvo que les dicte su corazón.
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Por otra parte, las que son amantes de las metodologías perfectas, que contabilizan hasta las mordidas que dan en cada bocado y que en los negocios se rigen bajo el poder absoluto de los números, corren el riesgo de perder perspectivas y de ser insensibles a la hora de decidir, tal vez como lo haría una máquina y no tanto un ser humano.
Y es que tal como lo dice el sitio Entrepreneur, “la data nunca cuenta la historia completa. Debe existir el elemento humano que interprete, juzgue, entienda, contraste y tome una decisión. La data ayuda a fortalecer nuestras decisiones, pero no las reemplaza”.
De esta forma, el secreto está en ser capaces de ver los dos lados de la misma moneda, analizar las cosas desde las dos perspectivas diferentes y dejar que el instinto tenga un papel relevante sin dejar de lado la frialdad de los números.