Ya sea para estar en contacto con la naturaleza o realizar deportes extremos, un viaje especial a un pueblo mágico es un regalo ideal en el Día del Niño.
Ciudad de México.- México cuenta con una enorme cantidad de sitios turísticos en donde los menores pueden experimentar vivencias únicas, por lo que un viaje especial a un pueblo mágico es un regalo ideal en el Día del Niño.
Para los amantes de estar en contacto con la naturaleza y que gustan de las actividades de deporte extremo, una de las mejores opciones es el Creel, ubicada en el corazón de la Sierra Tarahumara en Chihuahua, ya que ofrece una de las experiencias más emocionantes para toda la familia.
Este viaje especial a un pueblo mágico es un regalo ideal en el Día del Niño, ya que dentro de este poblado se ubica el Parque de Aventura Barrancas del Cobre, donde se puede admirar uno de los paisajes más extraordinarios de la naturaleza.
Además, “este sitio se puede explorar desde su teleférico o mediante su sistema de tirolesas, por medio de las cuales se puede ‘volar’ por los aires a 400 metros de altura a una velocidad de entre 65 a 110 kilómetros por hora”, señala Notimex.
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Otro sitio que promete muchas aventuras y experiencias únicas, es el poblado de Ojuela en Mapimí, ubicado en el estado de Durango, que también se ubica en una barranca profunda la cual se puede atravesar en un puente colgante que pende a una altura de 300 metros de altura.
Y para emociones únicas, este viaje especial a un pueblo mágico es un regalo ideal en el Día del Niño, ya que sus minas son uno de sus principales atractivos y ahí tienen un espectáculo que recrea “algunos asaltos que se hacían en tren, y además se puede acampar, practicar rappel, paseos en bicicleta de montaña, tirolesa y espeleología”, señala Notimex.
Finalmente, una de los lugares más especiales es el poblado de Huasca de Ocampo, en Hidalgo, donde además de ofrecer un espectáculo natural de los Prismas Basálticos y paisajes naturales de extraordinaria belleza, también cuenta con un sitio único que fascina a los niños.
Este es el Museo de los Duendes, donde se pueden conocer historias “reales” sobre la aparición de estos personajes, sus travesuras y las anécdotas de los pobladores que aseguran los han visto e incluso son sus amigos.
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