Los niños muertos por vacunas del IMSS

La historia de los niños que murieron a causa de la aplicación de vacunas del IMSS, es una mezcla de pobreza y dudas que siempre han estado patentes sobre la calidad de las dosis que se aplican a menores.

Ciudad de México (elsemanario.com).- El usuario de Twitter @jepeal_48 publicó: “Los que compran vacunas a precios bajos de mala calidad m ahora que ya han cobrado vidas humanas ,Hay negocio verde detrás? (sic.)”. Como ese comentario, muchas han sido las dudas e incertidumbre sobra la calidad de las vacunas que se aplican a menores de edad en México por parte del sector salud y que ahora cobró la vida de dos menores de edad en el estado de Chiapas.

El nueve de mayo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que se suspendió preventivamente a nivel nacional la aplicación de vacunas BCG (Tuberculosis), Rotavirus y Hepatitis B, luego de que dos menores en Chiapas fallecieran por esa causa.

En un comunicado, indicó que se inició una investigación para identificar la causa de dichos acontecimientos.

El Instituto reconoció que en el municipio de Simojovel, Chiapas, se aplicaron a 52 niños las vacunas de BCG (Tuberculosis), Rotavirus y Hepatitis B, como parte del Programa Nacional de Vacunación que está encaminado a disminuir la presencia de enfermedades prevenibles.

“En el transcurso de la noche de ayer un total de 31 menores presentaron reacciones adversas presuntamente asociadas a la aplicación de estas vacunas”, refirió el IMSS en un comunicado en el que reportó que 29 menores se encontraban hospitalizados y dos habían fallecido.

El director general, José Antonio González Anaya, instruyó al delegado estatal, al responsable nacional de la Vigilancia Epidemiológica del Instituto, a la directora del Programa IMSS-Prospera, al jefe de delegaciones y a un equipo de expertos en la materia, a que se trasladen a la zona de manera inmediata para apoyar la situación.


CNDH “investiga”

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) mantiene una investigación de oficio por el caso de los menores muertos e internados, tras presentar reacciones alérgicas al ser vacunados por el IMSS.

La CNDH recordó que dos de los menores de las comunidades indígenas de La Pimienta, San José y San Antonio murieron tras ser vacunados por un médico de la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). El resto siguen en observación.

Actualmente la Comisión ordenó a visitadores mantenerse en las comunidades donde residen los niños afectados y los hospitales dispuestos por la Secretaría de Salud de Chiapas para la atención de menores.

Asimismo el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, se comunicó con el director general del IMSS, quien informó a la Comisión que una brigada médica fue enviada de inmediato para atender la situación y conocer las causas.

“La CNDH dará seguimiento puntual a los acontecimientos y, en su oportunidad, emitirá la determinación que proceda conforme a derecho”, cita el comunicado publicado el pasado nueve de mayo.

El duelo por efecto de vacunas

En una crónica realizada por el sitio de noticias El Debate, se narra como en un camino de pendientes, rocas sueltas y tierra quemada, que lleva a las minas de la gema de ámbar, está La Pimienta, una comunidad de más de dos mil indígenas tzotziles, con casas sembradas en laderas y rodeadas por chiqueros y corrales, donde la noche del sábado fueron velados los cuerpos de dos niños de un mes de nacidos, que murieron después de ser vacunados en la clínica del lugar.

“Los padres de los niños están tristes, pero también molestos, porque quieren saber qué es lo que les ocurrió con sus hijos. Quieren saber si las vacunas estaban en mal estado, pero aseguran que ellos vieron que los médicos y enfermeras manejaron con cuidado las dosis que suministraron a los niños y que sacaban de termos que trasladaron desde Tuxtla Gutiérrez”, cita la narración hecha por el medio.

De acuerdo a la crónica, al regreso de las madres con sus niños a sus casas donde los recostaron, estos comenzaron a llorar de mancera incansable, algo que los familiares asumieron como síntomas normales por la vacunación.

“Antes de las 20:00 horas el llanto de dos de los menores se apagó cuando los vehículos llegaron a San José y los límites de la cabecera municipal, pero los padres no se dieron por vencidos, querían cerciorarse de que los niños habían muerto. Diez minutos después el médico de la clínica les confirmó que los menores habían fallecido”, refiere la crónica.

En ese trabajo elaborado por el sitio de noticias chiapaneco, se refiere que la clínica era insuficiente para atender a 39 niños que no cesaban de llorar y mientras que los médicos y enfermeras no daban abasto, el director se comunicó a Tuxtla Gutiérrez para informar de lo que había ocurrido y esperar instrucciones.

“Esa misma mañana del sábado, los cuerpos de los niños Emanuel Francisco y Yadira regresaron en féretros de color blanco. A la casa de Teresa Gómez, de 18 años, llegó el pastor de la iglesia pentecostés para orar juntos, pero Berlaín González, de 22, y padre del niño parecía no estar resignado por la muerte de su primer hijo y no cesó de llorar durante todo el sábado y durante el momento que fue inhumado el cuerpo de Yadira, en la mañana del domingo”, cita el relato periodístico.

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