¿Cómo va su desempeño laboral?

Experto señala que se requieren estímulos afectivos para elevar el desempeño laboral.

 

Ciudad de México (elsemanario.com).- Según el profesor Ricardo Lozada Vázquez, los estímulos afectivos son indispensables para un buen desempeño laboral.

El profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM resaltó que  las estimulaciones cognitiva y afectivas son necesarias para que los trabajadores se encuentren satisfechos laboralmente y con ello aumente la productividad laboral.

Anteriormente, este espacio había tratado los impactos negativos que puede tener el estrés en la vida del trabajador y lo que puede ocasionar no sólo para quien labora, sino para los empleadores.

Al respecto, Lozada indica que el trabajador no sólo necesita un buen salario, sino desarrollarse en un ambiente ameno de competencia y autonomía, pues al obtener satisfacción laboral, se volverá más productivo y evitará cuadros de estrés, que finalmente puede ocasionar otras cosas.

Según la Organización Mundial de la Salud, el estrés laboral provoca el 25 por ciento de los 75 mil infartos que se registran en México cada año; las causas detonantes son el exceso de trabajo, o en algunas ocasiones, la escasez del mismo; horarios estrictos, inseguridad laboral y las malas relaciones en el entorno laboral, son otras causantes.

Para ello, la Secretearía del Trabajo y Previsión Social impulsó el Programa Nacional de Bienestar Emocional y Desarrollo Humano en el Trabajo (Pronabet),  enfocado a la salud laboral en el país además de fomentar el desarrollo emocional y prevenir los factores de riesgo psicosociales que aquejan a los que laboran.

Pero esa es sólo una forma de alcanzar la satisfacción laboral, entendida como un conjunto de actitudes, impresiones y sentimientos que el trabajador tiene frente a sus labores cotidianas y todo lo relacionado con su entorno de trabajo.

Según el experto de la UNAM, la satisfacción laboral cuenta con tres ejes:

-el cognitivo, que aborda la percepción que se tiene hacia la actividad;
-el conductual, que se refleja en cómo realizar su trabajo;
-el afectivo, que incluye cómo lo siente y valora.

A la larga, carecer de estos elementos puede derivar en problemas laborales, tales como ausentismo, daños a la salud y desánimo, además de una baja productividad que podría terminar en un desgaste ocupacional conocido como síndrome bornout, es decir, no estar satisfecho con su desempeño generando actitudes negativas y despersonalizándose de su propio trabajo.

Está demostrado que propiciar un mejor entorno en los lugares de trabajo elevará la productividad y evitará la deserción laboral. Llegar a ese punto requiere que se conozca a los empleados para saber qué les gusta y qué quieren; lo que requiere de una inversión económica que muchas empresas u organizaciones no están dispuestas a gastar.

Sin embargo, el profesor de la Facultad de Psicología agrega que en la mayoría de los casos, llegar a ese objetivo no es tan costoso y existen medios o motivaciones distintas para valorar las funciones de los trabajadores.

Por Alberto Cedeño.

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