Existen pueblos de México, especialmente en el sur del país, en los que las mujeres todavía no pueden ejercer su derecho al voto
Aunque en México las mujeres tienen derecho a votar desde hace más de 61 años, aún existen regiones del país en las que el sufragio femenino es impensable.
De acuerdo con un reporte de la BBC, el principal obstáculo radica en que en muchas regiones mexicanas los hombres todavía no aceptan que las mujeres participen en la toma de decisiones de la comunidad.
Pero eso no es todo, además de la resistencia de los hombres, en algunos casos son las propias mujeres quienes tienen reparos, ya que no se sienten preparadas para este tipo de tareas que históricamente han sido relegadas a los hombres.
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En el estado de Oxaca, por ejemplo, existen 417 municipios, el 73% del estado y el 35% de la población, que se rigen por Sistemas Normativos Internos, basado en usos y costumbres. El autogobierno en estas comunidades no contempla la participación electoral de las mujeres.
“Es la tradición acá y nadie reclama. Se juntan los hombres a decidir. Por mí (las mujeres) deberían participar. En el futuro, con gente más joven cambiará, imagino”, explicó a la BBC Oscar Luis, de 2 años, secretario municipal de San Pablo Cuatro Venados.
En esta localidad a casi 2.400 metros de altura viven alrededor de 1.000 personas. Cuenta únicamente con el ayuntamiento, la iglesia, un centro de salud básico, una tienda comunitaria y un centro de aprendizaje. La tradición es tan fuerte que las mujeres mayores ven la situación como algo perfectamente normal.
“Es la tradición y para eso hay que prepararse, hay que saber mucho (para tener un cargo en la alcaldía), no es ir y ya. Eso es para los hombres, para que ellos se encarguen”, destaca Amalia Gómez, de 53 años.
Cambio para las más jóvenes
A pesar de los usos y costumbres, las generaciones más jóvenes esperan que las cosas puedan cambiar.
“Tenemos los mismos derechos los hombres y las mujeres, me gustaría que fuera distinto y que nos dejaran participar”, explica Rosa, una joven de 18 años de edad.
“Me gustaría ser presidenta municipal, para arreglar cosas, empezando por los caminos”.
En todos los casos, la preparación y el acceso a la educación serán las herramientas fundamentales para generar un cambio en las localidades más remotas de México, en las que las mujeres, con esfuerzos, luchan todos los días por ganar un lugar de participación en sus comunidades.
Con información de la BBC