El titular del Banco de México, Agustín Carstens, advirtió que un salario mínimo más allá de la productividad tendría un reflejo negativo en la inflación.
Esta semana podría darse a conocer el momento de un aumento “responsable” al salario mínimo, incremento que se busca no afecte las metas inflacionarias ni ponga en riesgo los indicadores macroeconómicos del país.
Así lo confirmó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, quien dijo que está de acuerdo en un aumento al mínimo, pero subrayó que “debemos ser responsables en las negociaciones contractuales del próximo año” para poder concertar una cifra “prudente”.
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“Necesitamos que el mínimo recupere el poder adquisitivo de los trabajadores, pero sobre todo la formalización de la economía nos lleve a no depender del salario mínimo sino depender de la productividad y mejores salarios en las empresas”, señaló el funcionario.
Las declaraciones de Castañón se dan a conocer después de la reunión de este viernes entre el sector privado y el titular del Banco de México, Agustín Carstens, quien advirtió que proponer un salario mínimo más allá de la productividad tendría un reflejo negativo en la inflación.
“La recomendación es que se haga con mucha prudencia, de tal forma que no se vuelva en sí mismo un impulso a la inflación”, señaló Carstens, quien se mostró a favor de un aumento al mínimo “pero con la prudencia de que no alimente el proceso inflacionario, que es muy importante darle la vuelta”.
En contraste, el secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Carlos Aceves del Olmo, se pronunció a favor de elevar el salario mínimo a 100 pesos diarios y, de hecho, criticó la posición oficial del Banco de México que se ha manifestado a favor de un aumento prudente.
Del Olmo aseguró que ningún agremiado a la CTM percibe el salario mínimo, pero datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística señalan que 7 millones de mexicanos sí tienen ese salario, por lo, advirtió, lucharán a favor de sus intereses.
Con información de El Economista y Entre líneas