Un reciente sondeo preguntó a los padres de familia si se han saltado comidas para que otros miembros de la casa puedan alimentarse, a lo que el 70% respondió que sí.
Venezuela vive ya varios años sumergida en una crisis económica y social que ha permeado virtualmente todos los campos de la experiencia ciudadana.
Datos recientes, por ejemplo, reveló que en el 80% de los hogares venezolanos no se come de forma adecuada, mientras que más de la mitad de los padres en dicho país han dejado de comer en más de una ocasión para poder alimentar a sus hijos.
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“Más del 60 por ciento de los representantes de los hogares están dejando de comer o están acostándose con hambre para rendir los alimentos porque no había suficiente dinero para la compra”, reveló a EFE la médico especialista en nutrición, Marianela Herrera.
La experta presentó los resultados de 2017 de la Encuesta sobre Condiciones de Vida en el país (Encovi), desarrollada por expertos de las tres principales universidades de Venezuela, ejercicio en el que fueron consultados adultos de 6 mil 168 hogares en todo el país.
El sondeo preguntó a los padres de familia si se han saltado comidas para que otros miembros de la casa puedan alimentarse, a lo que el 70% respondió que sí.
“La gente nos comenta: ‘Es que dejé de comer yo para que mis hijos coman’, o ‘tengo que ir turnando, hoy come el mayor, mañana el niño del medio y el chiquito pasado mañana’”, alertó la experta que considera que la dieta de la mayoría de los venezolanos es de “sobrevivencia, monótona, poco balanceada”.
La experta calificó como un “drama” el hecho de que la harina de maíz precocida que se fabricaba en Venezuela haya sido desbancada como el primer alimento, ya que este producto, que estaba enriquecido con hierro, vitamina A y B, ha desaparecido de la mayoría de los anaqueles y conseguir un kilo es casi imposible en todo el país.
Con información de Sin Embargo