Tras varias fechas de especulaciones sobre cuando se tendrá un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el titular de la secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo comentó que posiblemente será en mayo.
México – En entrevista con Carlos Loret de Mola, el funcionario federal dijo que “hay una altísima probabilidad, un 80 por ciento” de tener un acuerdo en principio a más tardar la primera semana de mayo, y después de 30 días una eventual firma, pero va a depender de la flexibilidad.
Añadió que la negociación tiene un tiempo natural desde el punto de vista de la autoridad de promoción comercial de los Estados Unidos, si “no logran amarrar un acuerdo a más tardar para la primera semana de mayo, ya los tiempos para negociar que le da el Congreso no le permitirían llevar este acuerdo a voto”.
Por lo que se tendría que ir hasta el siguiente periodo, en donde tal vez el partido Republicano pierda su mayoría en el Congreso, y la naturaleza de lo que se va a renegociar cambiaría radicalmente, “de ahí la urgencia, pero cuando hay urgencia debe haber flexibilidad”.
En ese sentido, Ildefonso Guajardo añadió que por el momento en el que se encuentra la negociación la existencia de una octava ronda es irrelevante, porque los tres ministros se reunieron el viernes pasado en Washington, con reuniones bilaterales y trilaterales.
Además, los equipos negociadores siguen en dicha ciudad, tratando de destrabar temas relevantes como las reglas de origen en la industria automotriz, de barreras técnicas al comercio, así como subsidios en pesca no controlada, entre otros.
Sin embargo, el titular de Economía adelantó que en el tema automotriz se tuvo una nueva variante importante, donde la solicitud original de exigir un 50 por ciento de contenido de Estados Unidos y 85 por ciento regional podría cambiar.
“Ahora se habla de un contenido que se refiere a una zona de alto salario, salarios promedio de 15 dólares, que en México claramente no los tenemos, es de alguna manera aspiracional para México”.
Agregó que se están analizando las propuestas presentadas por Estados Unidos, pero que “lo más importante es que tiene que llegar a un acuerdo con sus propias empresas”.
“Para nosotros es una sorpresa que un negociador diga que va air por aquí, pero aún no convenzan a Ford, General Motors o Chrysler; entonces está difícil pues cómo vas a vender una solución que no tiene respaldo de los integrantes de la industria”.