A unos metros de donde se lleva a cabo el Abierto Mexicano de Tenis, un grupo antimotines de la Policía Federal desalojó con la punta del pie a maestros de la Ceteg, SNTE y Suspeg.
Ciudad de México.- Con gases lacrimógenos, muchos golpes y agresión verbal salieron los maestros del mitin que tenían en los carriles del Bulevar de Las Naciones, en la Zona Diamante, muy cerca de donde se realiza el Abierto Mexicano de Tenis. Su demanda: La Federación debe realizar el pago completo de 94 mil docentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg) y el Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (Suspeg).
En una zona en la que se revelaron los contrastes, una fiesta de tenis frente a la guerra que mantuvieron profesores y policías.
Más temprano, cerca de cuatro mil 500 integrantes de las tres organizaciones manifestaron su descontento porque el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, canceló una reunión con ellos.
A las 13:00 horas se situaron a la altura de la Cruz Roja de Acapulco, donde un fuerte dispositivo de seguridad ya los esperaba. Cerca de 700 elementos antimotines de la Policía Federal les bloqueaba el paso al Aeropuerto Internacional Juan N. Álvarez, sitio al que varias personas intentaban llegar, auxiliados por la Gendarmería.
Cerca de las 21:40 horas de la noche la Zona Diamante estalló en gritos y golpes. Un grupo de manifestantes intentaron romper el cerco policíaco a bordo de un camión. Al lanzar el camión por el costado de la Avenida, los policías no tardaron en responder y en cuestión de minutos había mujeres, niños, turistas y periodistas agredidos por todos lados.
Un periodista del diario La Jornada en Guerrero, relató que varios profesores se replegaron a establecimientos comerciales como el Oxxo o el Chedraui, donde las pedradas se siguieron hasta las 9 de la noche.
Con base en referencias hechas por este reporter, los policías “agarraron parejo”, varios turistas y periodistas resultaron agredidos a golpes. Además, los elementos de seguridad rompieron los vidrios de varios establecimientos y camiones en donde los maestros trataban de defenderse.
El desalojo surtió efecto, en menos de una hora ya tenían libre las vialidades, aunque la circulación tardó en volver a la normalidad.
La violencia ya es el pan de todos los días en Guerrero: narcotráfico, policías y maestros mantienen el estado de alerta entre una población que vive expectante. El comunicado de la Segob al respecto de este desalojo es muy breve. No menciona siquiera que los elementos policíacos se llevaron entre los pies a civiles totalmente ajenos a la manifestación, aunque sí destaca que se intentó entablar el diálogo y que los docentes los ignoraron.
Hasta el momento no se conoce cuántas personas quedaron detenidas, se sabe que el saldo del enfrentamiento dejó un muerto, siete policías y cinco manifestantes lesionados.
El gobierno estatal se ha deslindado de los hechos violentos del día de ayer, mientras tanto, imágenes de los heridos continúan difundiendose en las redes sociales, donde se condena el uso excesivo de la fuerza.
El abogado del Centro de Derechos humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales, refirió que unas 120 personas fueron detenidas y que las autoridades ya les advirtieron a los maestros que no respondan a estas detenciones con más acciones violentas.
Cabe destacar que luego del desalojo, integrantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de la Comisión de los Derechos Humanos de Guerrero llegaron a la Zona Diamante para auxiliar a los profesores y a las personas que se habían refugiado en comercios.
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