El triunfo de Donald Trump sigue siendo una sorpresa mundial, pero algunos especialistas otorgan parte de su éxito electoral a su postura radical.
El hecho de mantener una actitud beligerante, un discurso racista y violento contra ciertos grupos sociales y un planteamiento político poco claro, permitió a Trump convencer a millones de votantes que le dieron el triunfo en las elecciones presidenciales.
Pero mucho de este logro pasa por la forma en que el magnate se presentó en la campaña electoral, en donde se salió de lo establecido para implementar una campaña polémica y agresiva.
“Trump no solamente representa el empresario exitoso, sino también una persona común en Estados Unidos, con sus visiones cotidianas donde puede haber dejos de racismo y la diferencia entre winners y losers (ganadores y perdedores)”, afirma Julio Bracho Carpizo, experto en filosofía política por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Entrevistado por Huffington Post, el académico asegura que a pesar de tener una posición económica privilegiada, Trump fue visto por los votantes como un personaje que lucha contra el imperio político y económico imperante en los Estados Unidos.
Artículo relacionado: Bolsas europeas en vilo por elecciones en Estados Unidos
“Trump aparece como la víctima del establishment y eso le da fuerza en términos políticos”, por eso se ganó el voto de “sectores de la población de Estados Unidos que han sido tocados por la política imperialista de libre mercado donde los obreros estadounidenses pierden sus chambas por los bajos salarios de los mexicanos o los chinos”, dice el especialista.
Pero además, durante la campaña fue el representante de ciertos sectores de la sociedad que están a disgusto con el modelo político actual.
Esto demuestra la “forma en que hoy está contrapuesta la sociedad norteamericana en muchos terrenos. Siempre ha sido muy diferenciada pero hoy llega a enconos ideológicos, donde las formas imperiales están contrapuestas por uno de sus empresarios como en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, dice Julio Bracho Carpizo.
De esta manera, Trump rompió el molde de los políticos tradicionales, se convirtió en el trasgresor del sistema y dijo lo que muchos miembros de la sociedad piensan, con una personalidad casi mesiánica, dice Felipe López Veneroni, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
“Trump lo que tiene es una personalidad muy fuerte, por lo cual será un gobierno de tipo carismático, orientado al caudillo. Se oye muy fea la comparación pero es cierto: al führer”, dice el académico.
En este sentido, López Veneroni sostiene que “Trump vino a jugar un papel disruptivo porque incluso ha puesto en jaque a los propios republicanos y más que un asunto estrictamente electoral, el fenómeno Trump plantea un cambio en la cultura política”.
Así, la idea remota de que Trump pudiera ganar las elecciones presidenciales, no consideró el hecho de la realidad que vive la sociedad estadunidense.
Trump “representa la parte más radical de una derecha que ya está harta del discurso de la corrección política, los subterfugios y eufemismos propios del discurso institucionalizado en Washington”, dice López Veneroni.
Y concluye el especialista: “representa a este sector de los blancos anglosajones, protestantes norteamericanos que poco a poco han quedado marginados de la propia lógica de su país”, añade el especialista en teorías del discurso y sistemas democráticos”.