Urge crear banca especial para excluídos

El verdadero problema destaca Yunus, es el actual sistema financiero “el enemigo es el sistema que tenemos que cambiar”, “tenemos que dar una oportunidad de cambiar el sistema y eso es lo que yo hago”, enfatiza Yunus.

Hace más de tres décadas, Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz 2006, decidió revertir la pobreza extrema en la que vivía la mayoría de la población de Bangladesh, creó el concepto de negocio social, una idea que desafío al sistema financiero y redujo a la mitad el índice de pobreza de su país.

Vivir en la pobreza es un círculo vicioso, pues el sistema financiero actual está diseñado para beneficiar “sólo a los más ricos”, dejando atrás a quienes más lo necesitan.

“Hay que librarse de la disparidad, es una situación crítica la que se vive en todo el mundo, un puñado de gente son los dueños de todo el mundo” ha manifestado el llamado “Padre del microcrédito”.

En entrevista para El Semanario Sin Límites, el Nobel de la Paz, explica los alcances del llamado “negocio social” idea que concibió para tratar de resolver la exclusión de los pobres, creando negocios sociales para tratar de involucrar financieramente a quienes en este momento no están incluidos.

En un mundo donde el sistema financiero “succiona de abajo hacia arriba”, los pobres no tienen cabida, premisa a la que Yunus desafío creando una banca para ellos, que invirtiendo los procesos de las instituciones bancarias comerciales, empezó por brindar crédito a quienes no tenían mayor garantía que su promesa de querer vivir mejor.

El verdadero problema destaca Yunus, es el actual sistema financiero “el enemigo es el sistema que tenemos que cambiar”, “tenemos que dar una oportunidad de cambiar el sistema y eso es lo que yo hago”, enfatiza Yunus.

En 1974, Muhammad Yunus creó el Banco Grameen, que concede créditos a personas con rezago económico convirtiéndolos en accionistas de este organismo, y en poseedores de una riqueza acumulada colectivamente, donde ellos han establecido sus propias reglas de operación.

En la actualidad esta entidad financiera cuenta con 8.5 millones de prestamistas poseedores de un fondo acumulado de 1.5 billones de dólares que se otorgan en préstamos, con un porcentaje de devolución de 97%, tiene a su disposición 22 mil empleados que trabajan en las comunidades de Bangladesh, y concede préstamos a 2.3 millones de personas.

Ayudar a la gente pobre y no tomar ventaja

El plan de negocio convencional busca ganancias, “por eso quiero revolucionar ese sistema” apunta el Nobel. Foto: Vianey Pichardo.
El plan de negocio convencional busca ganancias, “por eso quiero revolucionar ese sistema” apunta el Nobel. Foto: Vianey Pichardo.

Para Yunus, las diferencias de ingreso entre los pobres y ricos dañan a la sociedad, pues mientras los ingresos de los ricos suben a una velocidad más rápida, la gente pobre se encuentra abajo y su progreso es más lento.

Beneficios institucionales como salud, tecnología, educación, empleo y sistemas financieros, no llegan a la gente pobre que es la que más los necesita, recalca el Nobel de la Paz, por lo que las microfinanzas son una herramienta para abatir la pobreza.

“La realidad es que el  microcrédito es una oportunidad para ayudar a la gente a salir de la pobreza”, sin embargo existen “algunas personas abusan del concepto de microcrédito por eso lo que vemos es una idea de abuso” enfatiza Yunus.

 Por ello aclara que el microcrédito fue creado para ayudar a la gente pobre, no para tomar ventaja de ellos, “es una idea  errónea concebir al microcrédito como un negocio ventajoso”.

Si bien el sistema capitalista está hecho para maximizar los beneficios y generar riqueza, los negocios sociales por el contrario no están diseñados para obtener un beneficio personal, con miras a resolver los problemas que aquejan actualmente a las sociedades.

El plan de negocio convencional busca ganancias, “por eso quiero revolucionar ese sistema” apunta el Nobel.

Muhammad Yunus explica a El Semanario Sin Límites, que “la idea de las microfinanzas es hacer que la gente no dependa del mundo exterior, del estado, del gobierno, ni de otras fuentes de caridad, las microfinanzas son un punto de partida”.

“Debemos buscar las mejores herramientas para que les ofrezcamos las menores tasas y hacer un negocio sostenible y usar las tasas para recuperar los costos y no para hacer negocio”.

La humanidad tiene mucho poder creativo, asevera Yunus, si esto se usa para resolver problemas tendría un gran potencial “ese es el objetivo del negocio social, la responsabilidad de ayudar a otras personas”.

El modelo de negocio social llegó a México, cuando el gobierno de Vicente Fox, invitó a Muhammad Yunus a introducirlo al país, hoy en día, se trabaja en los estados de Puebla, Chiapas, Zacatecas y Oaxaca y próximamente se iniciará en Veracruz, adelanta el fundador del microcrédito.

En América Latina, opera en Colombia, Haití, Costa Rica y Brasil.

Bangladesh alcanzó la meta de reducir a la mitad la pobreza extrema, Yunus desea que México pueda replicar este modelo con la intención de incluir a quienes por siglos no han figurado en el sistema financiero actual.

Por Vianey Pichardo

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